La experta en psiconutrición y diabetes, María de los Angeles Calvin, habló en Modo Fontevecchia y explicó la relación entre la nutrición y la longevidad a partir de un estudio reciente publicado en la revista National Geographic, en donde se detectaron cinco “zonas azules” qué muestran una relación entre la longevidad y la calidad de la alimentación. Destacó que para una mejor longevidad no es necesario “cambiar el entorno” sino “cómo lo percibimos''. Escuchá el programa por Radio Perfil o miralo por Net TV.
Además de la genética, ¿qué puede garantizar la vida longeva? ¿Qué relación hay de eso con la nutrición?
Son muchos los componentes que debemos tener en cuenta, pero uno de los más importantes es la alimentación. Nuestra nutrición basada en la naturaleza, sin duda, es la manera de no equivocarnos. Estas zonas "azules" que se detectaron en el estudio demuestran ese contacto y de la dimensión natural, sin pesticidas, y esperando los tiempos y procesos biológicos de fermentación, de activación de alimentos, eso hace que el ciclo de vida cambie a un mejor nivel.
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¿Qué otros componentes influyen? Por ejemplo, en países como la Argentina que tienen crisis y cambios abruptos en el humor o malestar social, ¿afectan a la longevidad en esos lugares que son paraísos también políticos?
Sí. Más que cambiar el entorno hay que cambiar cómo nosotros lo percibimos. Muchas veces, nosotros no siempre podemos modificar el entorno, pero podemos generar nuestras propias zonas azules porque tenemos herramientas para hacerlo. Sabemos que el estrés es la base de muchísimas enfermedades autoinmunes y enfermedades que tienen que ver con procesos como la diabetes y la obesidad.
Hay que tomar herramientas como la meditación o del mindfulness o simplemente hacernos pausas hacen que disminuya ese estrés y eso hace que vivimos más y mejor. Esto disminuye la frecuencia cardíaca, la presión arterial, por lo tanto los pacientes tienen menos hipertensión. Por eso es cómo dejamos que lo de afuera repercuta en nuestro interior. Estas herramientas son importantes para el día a día. El ejercicio físico también es uno de ellos: ejercitar al aire libre y estar al contacto con la naturaleza hace que nos alejemos de esos pensamientos distorsionados que nos dan muchas veces la realidad del país.
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¿Nos puede comparar el promedio de alimentación argentina con la alimentación en estas cinco zonas azules? ¿Qué parte compartimos y qué no?
Depende de las elecciones que hagamos. Argentina en particular come muchísima carne. Las zonas azules son zonas en donde se come poca carne y el resto de la alimentación está basado en las frutas y verduras de la naturaleza. Ahí tenemos una comparación importante. Otra cosa está vinculada a la calidad, la mayoría de los nutrientes que ellos reciben vienen de vegetales y frutas que están procesados por ellos, que no tienen pesticidas, que esperan los tiempos y que, por sobre todo, están compuestos por verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, todo con un alto contenido de fibras y calidad de nutrientes que, en nuestro país, se da cada vez menos. Hay una baja calidad de nutrición en la Argentina por la pérdida del poder adquisitivo.
CB PAR
