La virtual derogación del derecho al aborto en Estados Unidos, por medio de un fallo de la Corte Suprema de Justicia, tuvo su réplica.
El vecino del Norte, Canadá, se ofrece como una suerte de santuario si finalmente se deroga ese derecho mientras, del otro lado del Atlántico, el Parlamento Europeo pidió que los países con las legislaciones más restrictivas de Europa, como Polonia, Hungría y Eslovaquia, permitan a las refugiadas ucranianas acceder a servicios de salud sexual y reproductiva, incluyendo a un aborto legal y sin riesgo.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a contrapelo del Partido Conservador de su país, se mostró dispuesto a aceptar el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo de mujeres de Estados Unidos en tanto y en cuanto cuenten con un seguro privado de salud.
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El gobierno de Trudeau, liberal, estudia reforzar el marco legal relacionado con el derecho al aborto. Se trata de una promesa electoral que ha reaparecido con fuerza tras las noticias provenientes de Estados Unidos, aunque algunas provincias cuenten con un número limitado de clínicas y hospitales en los cuales se ofrece este servicio. En Canadá era un acto criminal hasta 1988, cuando intervino la Corte Suprema de Justicia.
A su vez, el Senado de Estados Unidos votará el miércoles próximo sobre un proyecto que codificaría el derecho al aborto como una la ley federal mientras los demócratas preparan su respuesta a la posibilidad de que la Corte anule el histórico fallo Roe contra Wade de 1973, que despenalizó la interrupción del embarazo a nivel nacional. Los demócratas no cuentan con los 60 votos sobre 100 para superar a los republicanos.
AVS PAR
