Las relaciones entre Venezuela y Colombia se normalizarán el 7 de agosto apenas asuma el nuevo presidente colombiano, Gustavo Petro. El nuevo gobierno espera además retomar los diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación (ELN), estancados desde mediados de 2018, y promover la reactivación económica en la frontera.
En los últimos días, Petro participó por primera vez de una reunión con los gobernadores de Colombia en la cual hablaron sobre la seguridad, el aparato productivo, las finanzas territoriales y las fronteras. El cierre de la frontera común con Venezuela hizo que la gente tuviera que optar por el cruce de los pasos fronterizos ilegales en los cuales operan grupos criminales.
La frontera común se reabrirá cuando se cumplan siete años de su cierre, en agosto del 2015, lo que significó pérdidas millonarias para las dos naciones, en especial, para los comerciantes de esa zona. La mayoría de los empresarios y los gremios de ambos lados de la frontera apoyan la reanudación de las relaciones comerciales.
Lo mismo habían predicado todos los candidatos colombianos en la primera vuelta de las elecciones. El vínculo diplomático es más complejo por las críticas contra Petro por sus simpatías con el régimen de Nicolás Maduro.
AO PAR