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MODO FONTEVECCHIA
Análisis postelectoral

Cristian Buttié y Hugo Haime: el marketing del antiperonismo y las perspectivas políticas tras el triunfo electoral oficialista

Tras las elecciones nacionales, los consultores analizaron cómo La Libertad Avanza logró imponerse y por qué el peronismo perdió conexión con sus bases doctrinarias.

Cristian Buttié y Hugo Haime, consultores políticos
Cristian Buttié y Hugo Haime, consultores políticos | Redes sociales

En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), Cristian Buttié y Hugo Haime analizaron los resultados de las elecciones nacionales 2025. Según los consultores, el triunfo de Fuerza Patria en los comicios bonaerenses de septiembre movilizó al tercio antiperonista este domingo. Además, destacaron el "buen marketing" del "discurso mileísta" que ha "capitalizado la libertad".

Cristian Buttié es un analista y consultor político. Es el director de CB Consultora, una firma dedicada a la realización de encuestas y mediciones de opinión pública. Hugo Haime es licenciado en Sociología de la Universidad de Buenos Aires y analista político, y dirige su propia consultora. Se especializa en opinión pública y política. A lo largo de su extensa carrera ha participado en numerosas campañas electorales y asesorando a diversos candidatos y partidos políticos.

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Cristian merece el premio del año porque fue el que acertó hasta casi con décimas el porcentaje que iba a obtener La Libertad Avanza en estas elecciones. Hugo, ¿por qué crees que la mayoría no acertó al nivel de que iba a superar el 40%?

Hugo Haime: Me parece que depende de las metodologías que cada uno utilice y qué es lo que se hizo. Yo no trabajé sobre el global porque estuve trabajando en tres o cuatro provincias, y se vislumbraba un panorama nacional en donde el nivel de aprobación de gestión del Presidente rondaba los 40 puntos, con 31 puntos de aprobación, y que la intervención del presidente Trump había levantado muy fuertemente las expectativas.

El jueves nos llamó poderosamente la atención que expectativas a un año que estaban en 34% de septiembre pasaran a 40% dos días antes de la elección. Eso nos estaba indicando que la elección de La Libertad Avanza (LLA) iba a ser mucho más importante de lo que se suponía. Yo creo que la sorpresa, en gran parte, tiene que ver con que nadie pensaba que el peronismo iba a perder la provincia de Buenos Aires, y también se le daba un poquito más de chance a Provincias Unidas, con 11 puntos nacionales, y estuvo por debajo.

Uno tiende a pensar que está muy golpeado el Presidente, pero en realidad mantiene un núcleo duro de 25 puntos, más un 15% más que sigue teniendo expectativas. Y, además, la elección de septiembre generó el miedo a la vuelta de un peronismo que no ha hecho autocrítica de por hizo mal gobierno y perdió las elecciones del 2023. Creo que todo esto conjugó para el resultado electoral.

En Atlas Intel, en Brasil, había hace unos años un consultor bien joven, que también la pegaba. Creo que los años a todos nos hacen menos asertivos, y que la juventud tiene un ímpetu. Aun teniendo encuestas que indicaban que el Gobierno podía obtener 40%, había temor de decirlo porque el clima era opuesto. Vos tenés la valentía que tienen los jóvenes.

Cristian Buttié: Eso sí, eso sí, pero después no. Yo a Hugo lo respeto muchísimo. Aparte, en las encuestas de Tucumán él es quirúrgico, como en varias provincias. Yo lo sigo a él porque él es claramente de lo mejor.

Creo que el gran desafío es provincia de Buenos Aires, y nosotros teníamos que se estaba achicando fuerte la diferencia con una tendencia bastante marcada. Pero también había aplicado el análisis de qué le estaba pasando al peronismo, qué es lo que le faltaba al peronismo que tuvo en septiembre y qué es lo que tenía La Libertad Avanza que le faltó en septiembre. Entonces, obviamente que el planteo de ganar provincia de Buenos Aires era absolutamente disruptivo, pero la tendencia marcada se estaba achicando mucho.

Y lo de Provincias Unidas me pasa por ser cordobés. Yo conozco desde hace mucho tiempo cómo al peronismo de Córdoba se le hace muy complicado las intermedias porque, al nacionalizarse la elección, no tiene injerencia su mensaje. Es como que no entra en la discusión. El cordobés se saca el chip provincial, se pone chip nacional, vota en sintonía y después se saca el chip nacional y vuelve a auditar la gestión. Esto es notorio. Gobernadores como (Maximiliano) Pullaro, como (Martín) Llaryora y como Nacho Torres no miden mal, pero no eran parte de la discusión. La gente estaba votando otra cosa. Entonces, yo creo que el error estuvo en querer tener injerencia cuando el contexto no acompañaba para eso.

Yo sigo sosteniendo que Provincias Unidas, como experimento, surge por la mala praxis del gobierno nacional. Estos gobernadores formaron algo distinto porque se cansaron de que desde Casa Rosada les den cachetazos. Y con el kirchnerismo no iban a estar. Formaron algo distinto y posiblemente estén adelantados a su tiempo. Posiblemente es una discusión que veamos si puede o no darse en 2027, pero no ahora, y más aún con lo de provincia de Buenos Aires. Ahí se despertó el gigante dormido que era el anti-kirchnerismo.

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Cristian decía que él estaba convencido de que tenía razón Cristina Kirchner, que había sido un error desdoblar, porque en el desdoblamiento el triunfo de septiembre iba a despertar el antiperonismo y el anti-kirchnerismo, que es lo que terminó sucediendo. Perón decía que el aliado táctico era el enemigo estratégico. ¿No será mejor que el peronismo se haya dado cuenta de que hay un anti-kirchnerismo ahora y no en 2027? ¿No les da esto la posibilidad de cambiar de estrategia y darse cuenta de que hay una estrategia fallida?

HH: Creo que las dos respuestas son posibles desde el punto de vista eh fáctico. No sabemos qué hubiera pasado si iban en forma conjunta las elecciones, porque como eran en dos urnas distintas, quizás nos encontramos con que ganaba Axel Kicillof en lo provincial y se perdía en lo nacional. Podía haber pasado lo mismo.

Lo que creo es que lo del 7 de septiembre hace que la sociedad diga que "el peronismo puede volver". También me parece que le viene bien al peronismo, porque no puede ser que una fuerza política que perdió en 2023 esté en una puja interna brutal entre las dos principales facciones. (Sergio) Massa está terciando un poquito, pero no hacen un balance y no puede sintetizar de por qué pasó lo que pasó en el gobierno de Alberto Fernández.

Al peronismo lo veo encerrado en una discusión de poder, en donde ni hacen un saldo de las razones del mal gobierno ni resuelven el problema del liderazgo. Si el peronismo hubiera ganado ahora también, hubiera dicho que tenía razón y Cristina se hubiera callado Cristina. Entonces, no tiene liderazgo y, conceptualmente, no le está haciendo ninguna propuesta a la sociedad. Está en el peor de los mundos el peronismo.

Y Cristian, ¿cómo ves esto ya con el resultado?

CB: Ahí sí voy a encontrar una diferencia. Yo considero que, si se hubiese hecho esta elección conjunta, tenían dos balas de plata. Una era el aparato de los intendentes que se movieron, y se nota mucho cuando se mueve. Por otro lado, el factor sorpresa, que fue lo que despertó el antikirchnerismo por esa acción que se generó en reacción natural de lo opuesto. No discrepo que Kicillof logró una legislatura brutal en la provincia de Buenos Aires y los intendentes lograron hermosos consejos deliberantes, pero gastaron la bala de plata. También considero que, si el Gobierno nacional cree que por sacar 41 puntos tiene la cuota de confianza de la gente, está totalmente equivocado. Lo votaron como mal menor, no por amor. Eso es otra bala de plata.

Si este Gobierno sigue gobernando como llegó hasta ahora, posiblemente se quede sin su núcleo duro. Y estoy hablando de los actores que están en línea de flotación del Gobierno, como Mauricio Macri y los gobernadores. El Gobierno nacional tiene la oportunidad de acercar actores que alejó, porque no se alejaron solos. Provincias Unidas surgió por la mala praxis del Gobierno porque son gobernadores, muchos ex Juntos por el Cambio, que quedaron huérfanos. Lo lógico que venga el Gobierno y a ver, venís conmigo. Si el Gobierno no cambia su receta, esto lo puede confundir. Muchas veces los triunfos confunden y las derrotas enseñan.

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¿Y cómo sigue el peronismo? ¿Cuál es tu visión en ese dilema que tienen de que sin Cristina no se puede y que con Cristina no alcanza? Ahora parece que además con Cristina tampoco se puede...

HH: Va a ver sumido en una gran discusión interna. Ayer apareció Kicillof y dijo que él no perdió votos, lo que no alcanza como explicación porque se supone que tenés que tener capacidad no solo de tener tu piso duro, sino además de tomar más electores.

Y después tenés un peronismo del interior que ganó, con (Sergio) Uñac, (Juan Luis) Manzur, (Gerardo) Zamora y (Gildo) Insfrán. Es muy probable que intenten decir que hay que terminar con esto de la provincia de Buenos Aires y empezar a mirar al interior, que es por donde se reconstruyó siempre el peronismo. Lo hizo con Carlos Menem y lo hizo con Néstor Kirchner.

Igualmente, yo no veo todavía que el peronismo eh haya entendido la dinámica de la sociedad. Ya vimos lo que pasó con Mauricio Macri, que sacó casi 42 puntos de voto en la intermedia y vimos cómo terminó el gobierno. No garantiza nada. Pero es como que el peronismo sin hacer nada se había encontrado con una situación de hacer una buena performance electoral, que fue casi un regalito. La pregunta que nos están haciendo a nosotros es por qué pasó lo que pasó, lo quiere decir que la respuesta interna no la tienen. Entonces, me parece que necesitan por lo menos cinco o seis meses para repensarse un poquito la situación. Vamos a ver momentos de mucha pelea interna, sobre todo entre el kirchnerismo y el kicillofismo.

¿Cristian, es antiperonismo o antikichnerismo?

CB: Antikichnerismo. Simplificando, planteo que la Argentina está en tercios, obviamente con sus matices. Un tercio es antiperonista, apalancado por el antikichnerismo, pero antiperonista, que te vota cualquier gobierno con tal que no gobierne el kichnerismo o el peronismo. Esos son los 32 puntos de Macri en las PASO del 2019. Era un gobierno malo, pero al frente estaba el peronismo. Otro tercio es de centro izquierda, que vota cualquier gobierno, aunque sea malo con tal de que no gobierne la derecha. Esos son los 36 puntos de Massa. Gobierno malo, pero al frente está la derecha. Y un tercio es pragmático, pendular y coyuntural. Finalmente, la economía es la que moviliza todo.

Lo que pasa que en esta elección está fresco el recuerdo del gobierno anterior y se pudo hacer un usufructo de ese antikichnerismo que opacó la situación económica porque lo despertó el propio peronismo con la elección de septiembre. Pero, en definitiva, es el antikichnerismo. El problema lo tiene el kirchnerismo y que el peronismo tiene que entender que no se pueden repetir los dogmas de hace 80 años. El mundo cambió, la juventud está mirando otra cosa. El Estado de bienestar dejó de ser la panacea para el para el para el bien común. Te están planteando que hay otros modelos. Juan Schiaretti tiene una frase que es muy buena, que es "Todo el mercado que sea posible y todo el estado que sea necesario". No es todo el Estado que sea posible. Y yo creo que eso es un cambio de paradigma que incluso te lo están demostrando los jóvenes.

A mí me llama la atención que ganó el kirchnerismo en Santa Cruz. Uno podría decir que el peronismo gana en el noroeste de la Argentina, que no es una novedad. El mensaje que me dejan estas elecciones es realmente una confusión, como una especie de magma. La sociedad ni siquiera está clara sobre qué es lo que quiere.

HH: No te puedo contestar sobre Santa Cruz porque no trabajé ahí y no tengo idea qué sucedió, pero está claro que cada provincia tiene su propia realidad y hay que buscarle la lógica a cada elección. También. es cierto que cada vez que el Presidente fue a los lugares también ayudó a que su fuerza política crezca. Por ejemplo, fue una semana antes a Tucumán y logró que La Libertad Avanza gane la gane San Miguel de Tucumán. Eso no evitó la derrota de su fuerza política, pero logró que en vez de que la relación sea tres a uno en diputados fuese dos a dos. Seguramente cuando fue a Rosario también ayudó a ganar en Santa Fe.

Hay un fenómeno de Milei que yo creo que no hay que subestimarlo, más allá de que yo coincido con Cristian de que tiene una gran cantidad de complicaciones y necesita reactivar el mercado interno. Si no lo hace, va a tener complicaciones. Ahora, yo creo que el peronismo, más allá de que estamos con nuevos paradigmas y problemas nacionales e internacionales en la época de la inteligencia artificial, tiene que poder responder qué quiere decir trabajo, qué quiere decir producción, qué quiere decir cómo se vive. Pero el problema que tiene el peronismo es que perdió sus bases doctrinarias. El peronismo dejó de hablar de producción, de trabajo, de cultura de trabajo y se convirtió en reivindicar las minorías y los planes sociales. El decir "soy planero, vamos con el Estado grande" está fuera de época. Los gobiernos peronistas que ganaron en las provincias han sido eficientes, y han tenido otro concepto de cómo resolver las situaciones, pero tampoco tienen la respuesta sobre lo nacional.

El peronismo históricamente fue la doctrina social de la iglesia, aggiornada, así como un marxista este cree en la teoría de la plusvalía. Si no, es otra cosa. El peronismo debe volver a su eje o se va a seguir dispersando. Tuve una reunión con muchos dirigentes del peronismo en las provincias y me decían: "Ah, tenés razón". Es algo que tendría que ser natural en ellos, pero se dan cuenta al escuchar que alguien les dice que se olvidaron de hablar del trabajo, de la producción, de la generación de empleo, de que cada uno tiene que por lo menos generar sus propios recursos económicos. Son cosas que siempre fueron parte de la cultura de un movimiento que siempre tuvo la idea de un capitalismo humanista, pero no de no de un anticapitalismo.

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Me contaba el otro día un amigo que Chacho Álvarez decía que Perón le robó todo a Aristóteles. En realidad, lo que plantea Aristóteles como concepto social es que el bien supremo es la felicidad, y que lo útil es aquello que produce felicidad. La idea de Perón era que más allá del trabajo había felicidad. ¿Será que también está en discusión qué es la felicidad? Para algunos será la familia con varios chicos, el asado, los amigos, y hoy para la juventud puede ser no tener hijos, por ejemplo.

HH: Sí, por supuesto. Si estamos hablando de la época de la Inteligencia artificial, no podemos estar pensando ver la Argentina de hace 80 años. Todo esto cambia. Milei conectó muy fuerte con las ideas de las generaciones jóvenes sobre la pérdida el sentido de comunidad, el individualismo y de propia realización por sí mismos. El peronismo tiene que dar respuesta a este tipo de situación, porque los jóvenes te dicen: "Viva la importación, porque con la importación yo logro que las cosas sean más baratas y finalmente este logro comprar las cosas que antes no podía". Al minuto se dan vuelta y te dicen: "No entiendo. Están cerrando todas las fábricas en mi provincia y yo no tengo trabajo". El peronismo y y la política tiene que poder resolver ese dilema porque en algún momento esos chicos terminan frustrados, porque no todos pueden hacerse millonarios con el bitcoin. Eso necesita respuestas profundas que tienen que ser muy estudiadas porque es un fenómeno nuevo que está presente en todas nuestras familias. Los jóvenes apoyan al Presidente, pero no sabemos por cuánto tiempo.

¿Cuántos años tenés Cristian? ¿Tenés hijos?

CB: Tengo 36 años, y un hijo de 5 años, pero me quiero quedar con lo que dijo Hugo porque coincido plenamente. Creo que en su momento el peronismo con la felicidad construyó un relato, una sensación. Y hoy Milei lo construyó con la libertad. ¿Cómo un espacio se va a adueñar de la felicidad y cómo el otro se va a adueñar de la libertad?

Hugo decía que el peronismo, por carácter transitivo, toma la doctrina social de la iglesia. La idea de la felicidad está en el cristianismo, una religión inclusive que perdona los pecados. En ese sentido, hay toda una continuidad de peronismo, doctrina social y familia. ¿Puede ser que la idea de felicidad hoy esté totalmente disociada de la idea de familia? La mayoría de los jóvenes hoy no tienen esa percepción de que la realización y las mujeres ven tener un marido como un problema o la maternidad como un esfuerzo adicional respecto del esfuerzo que tienen que hacer los hombres. ¿Estamos enfrentando un nuevo concepto de modelo social, no solamente de modelo material?

CB: Está bueno todo lo que decís y comparto. Yo creo que depende los escenarios porque en Italia, por ejemplo, la presidenta hace usufructo del concepto de recuperar la identidad italiana en el marco de la familia y del catolicismo. Voy a ser muy incorrecto con lo que voy a decir. Lo que tiene hoy el discurso antiperonista, o en su defecto el discurso mileísta que ha capitalizado la libertad, es buen marketing, lo que ha perdido el peronismo en la forma de instalar el concepto, que es totalmente genuino y empático. Porque hay jóvenes que no quieren formar familia, pero hay muchos que sí. Lo que pasa es que uno tiene marketing y el otro no tiene marketing. Formar familia no tiene marketing. Tiene el antimarketing de que es un problema, que tenés un hijo, que después te abandonan, que la mujer, que la casa, que los impuestos.

Yo creo que la aspiración de la familia es natural a la movilidad social ascendente, es la construcción de un proyecto de vida más allá de lo económico. Lo que pasa que el marketing hoy pasa por la economía en el marco de la libertad, una libertad que hay que tomarla con pinzas, porque es libertad en el bolsillo, pero conservadora en los valores. Así que me parece que lo que tiene hoy el antiperonismo en Argentina es buen marketing y lo saben trabajar y los jóvenes ven eso. La moda es eso. El peronismo está pasando una crisis de marketing porque no puede tener injerencia con el mensaje. ¿A dónde va el peronismo si se plantea una discusión bizantina? La discusión bizantina es porque los senadores en Bizancio estaban discutiendo el sexo de los ángeles mientras los turcos bombardeaban las murallas. El peronismo, si sigue en esas discusiones bizantinas, tiene que mirar lo que le pasó a la UCR en esta elección. Ese es el camino si te quedás fuera de época.

HH: Hay una base que la sociedad argentina no ha perdido, que es la idea de la movilidad social ascendente. El problema es que, si le preguntás a la gente dónde se ubica, se ubica en clase media baja o pobre, y el 70% quiere decir clase media. Entonces, en esa dramática hay que darle solución al problema argentino. Estamos metidos en un lío muy grande porque objetivamente, si yo me salgo del de allá del marketing, en un país que estaba por defaultear, vino a Estados Unidos y le dijo que va a evitar que defaultee.

Entonces, cualquier alternativa política que se plantee al mileísmo tiene que poder resolver geopolíticamente el lío económico en el que está la Argentina. Esto dejó de ser un problema de cuántos votos tengo para ser un problema de cómo garantizo gobernabilidad. Está bien lo que dice Cristian en cuanto a que a uno le sobra marketing y el otro no lo tiene, pero me parece que la Argentina está con una dramática este bastante complicada, y que necesitamos ahí la aparición de estadistas y líderes, que están bastante ausentes.

TV/ff