Cinco años después, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la candidata por la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, volverán a debatir antes de la segunda vuelta de las elecciones del domingo.
Será un revival de aquel tenso intercambio de reproches sucedido el 3 de mayo de 2017. En 2022, los nombres son los mismos, pero el escenario, el contexto, e inclusive ellos, no lo son.
La "sacerdotisa del miedo", como llamó entonces Macron a Le Pen, se muestra ahora moderada, de modo de no espantar a un electorado ecléctico que a punto estuvo de dejar que ocupara su lugar el candidato por las antípodas, Jean-Luc Mélenchon, de ultraizquierda. La escalada de las posturas extremistas, mientras Macron sigue siendo para Le Pen el hombre del sistema, reflejan la crisis de los partidos tradicionales.
Macron y Marine Le Pen pelearán por la Presidencia francesa en balotaje: "Nada está decidido"
Cinco años antes, en 2017, Macron se convirtió en el presidente francés más joven desde Napoleón. No cargaba sobre sus hombros la crisis económica, agravada por la guerra en Ucrania, ni las protestas frecuentes de los chalecos amarillos y otros colectivos.
A cuatro días de las elecciones, las encuestas le otorgan un 56% de la intención de voto frente a un 44% de Le Pen. En las anteriores, el actual presidente atrajo el 66%, tanto por mérito propio como por una abrumadora mayoría que quiso impedirle a la ultraderecha el acceso al Eliseo.
AVS PAR