Según informó el periodista Fernando Meaños en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), este informe no aportó buenas noticias porque trajo muchas quejas abiertas y explícitas, y algunos datos que darán que hablar, incluso en términos políticos.
El FMI aceptó reducir una de las principales preocupaciones del Gobierno que era la meta de acumulación de reservas, lo que hizo fue reducirla para el primer trimestre del año, pero para el segundo trimestre el Gobierno deberá acumular 5 mil millones de dólares en reservas en el Banco Central hasta el 30 junio, con lo cual hay por delante un objetivo bastante duro de cumplir.
Por otra parte, hay dos temas claves en los que el Fondo fue hasta el hueso y que se transformaran en un dolor de cabeza político para Sergio Massa.
El primero, se trata de la moratoria previsional. Se sabe que al mismo tiempo que el Gobierno negociaba determinadas metas para controlar el gasto con el Fondo, el ala kirchnerista promovió la sanción de la ley de moratoria que incorporará a 800.000 personas sin aportes a la jubilación, el Fondo pidió un informe en el corto plazo sobre esto, para que se establezca cuáles son los números y cómo se financiará.
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El segundo tema, es el de las tarifas, donde el organismo también puso plazos y pidió que en abril esté completo el esquema de retiro de subsidios para los sectores de altos ingresos.
Por otro lado, hubo críticas a algunas medidas recientes, como el plan de recompra de deuda que lanzó el Ministerio de Economía hace pocas semanas, y otras advertencias que tienen que ver con el dólar y la tasa de interés.
El Fondo insistió con que la tasa de interés debe ser positiva en términos reales, es decir, que debe estar por encima de la inflación. Con un costo de vida que asoma para el 7% para el mes de marzo, es claro que el Banco Central para cumplir con el precepto, deberá subir la tasa en breve.
MVB JL
