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Nueva campaña agrícola

El campo señaló tres medidas que Milei podría impulsar para generar USD 630 millones en exportaciones

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires elaboró un informe que señala tres medidas que podría implementar el Gobierno de Javier Milei, para impulsar el sector agroindustrial.

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Campo | Cedoc

Se acerca la temporada de comienzo de una nueva campaña agrícola, para la siembra del trigo y otros granos como la cebada y desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, los analistas destacan la importancia de analizar la coyuntura de una forma amplia. Ponen énfasis en las “transformaciones económicas y financieras”, derivadas de varias campañas fuertemente azotadas por la sequía, así como también en la variación habida en los precios de los granos y los costos de producción.

En el reporte “Perspectivas para la nueva campaña agrícola 2024/25: Análisis de Incentivos y Escenarios Futuros para el Trigo”, los expertos Ramiro Costa y Nicolás Jorge remarcaron que también es crucial el análisis de las políticas agrícolas adoptadas por el Gobierno de Javier Milei y su equipo económico, dirigido por el ministro Luis Caputo. Ello sin dejar de contemplar las variables agronómicas y climáticas.

La importancia del análisis del contexto radica en que permitirá ver el impacto de las medidas macro implementadas por el nuevo Gobierno. Precisamente por tratarse de políticas económicas recientes generan incertidumbre en los productores, ante un eventual aumento de costos y el desplome de los precios internacionales, que podría derivar en grandes pérdidas.

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Incentivos al ingreso de divisas

Del informe surge claramente que implementar los cambios necesarios en la política agropecuaria podría lograr “una mejora en la rentabilidad” lo que a su vez se traduciría en “un aumento significativo en el área de siembra triguera”. Por consiguiente, dependerá de la política que despliegue Milei y su equipo económico, la dimensión y el impacto directo que el aumento de siembra podría tener en la producción: el incremento podría oscilar entre 850 mil y 2.8 millones de toneladas adicionales, según el escenario.

Los analistas de la Bolsa de Cereales además señalan que “se estima que este aumento en la producción podría generar entre 190 y 630 millones de dólares adicionales en divisas”, siempre “bajo criterios conservadores”. Es decir, según los expertos a cargo del informe los incentivos a la siembra para una mayor producción podrían incrementar las exportaciones: “repercutiría positivamente en las exportaciones proyectadas y, por ende, en el ingreso de divisas por las ventas de trigo al exterior”.

Las hectáreas en “zona gris”

El relevamiento estima en base a cálculos minuciosos, que dependerá de la política de gobierno que implementen los actuales funcionarios, si los productores se lanzaran a sembrar con los riesgos que ello implica o si quedarán expectantes. En concreto, la siembra de hasta 780 mil hectáreas, se encuentran en una zona gris de total incertidumbre, a la espera de incentivos claros que despejen las dudas. A su vez esta área representa cerca del 15% de la superficie sembrada en campañas previas, que alcanzaron entre 6 a 7 millones de hectáreas producidas.

La Bolsa de Cereales apunta a concretas señales por parte del Gobierno, y básicamente hacen foco en lograr la unificación cambiaria, la baja de retenciones a los cereales y una reducción significativa en los costos de producción, principalmente en fertilizantes.

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Las tres medidas para generar confianza

La Bolsa de Cereales destaca que “es crucial avanzar con la agenda de reformas que promueven el crecimiento del sector”. Ante el cuadro de situación los expertos del ente realizaron un análisis de “escenarios alternativos para la producción de trigo”, que contempla un cambio en los “impuestos considerados altamente distorsivos, como los derechos de exportación y el impuesto PAIS, además de la posibilidad de una unificación cambiaria”.

Apuntando a un análisis de los potenciales efectos cuantitativos, se desarrolló un “modelo de simulación de equilibrio parcial”, contemplándose “la participación que tiene el gasto en fertilizantes en los costos directos totales de los cultivos, los ingresos del productor en los distintos escenarios y las interacciones con otros cultivos”.

En ese marco, el informe aporta un gráfico elocuente que ilustra el impacto que podría tener la implementación de las medidas que señalan los analistas de la Bolsa de Cereales: “una mejora en la rentabilidad podría generar un aumento significativo del área sembrada”. Los expertos estiman que “ese incremento podría alcanzar aproximadamente las 230 mil hectáreas adicionales”. A su vez, se alcanzarían “valores similares para escenarios de eliminación del impuesto PAIS y unificación cambiaria”. Una baja en el precio de los fertilizantes, derivado de la eliminación del Impuesto PAIS del 17,5% que se aplica a la importación de este insumo agro, podría generar un contexto de mayor previsibilidad para estimular la siembra del trigo y la cebada en un área de 237 mil hectáreas, que actualmente están en duda.

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Asimismo, si el Gobierno decidiera eliminar las retenciones, es decir, si se eximiera del pago del derecho de exportación (DEX) al trigo y la cebada, el área de siembra podría incrementarse en 529.000 hectáreas. Como un impacto acumulado de ambas medidas combinadas, el panorama podría reflejar un aumento en la región de siembra superior a las 770 mil hectáreas adicionales.

Profundizando el análisis de potenciales escenarios “el aumento del área sembrada tendría un efecto directo en el nivel productivo, el cual podría variar entre 850 mil toneladas adicionales y 2.8 millones de toneladas adicionales”. El informe señala que se trata de un “impacto conservador”, porque una mejora en la rentabilidad podría generar niveles más altos de fertilización, “lo que se traduciría en mayores rendimientos por hectárea”.

Finalizando la proyección la suba en los niveles de producción “repercutiría positivamente en las exportaciones proyectadas” y consecuentemente en un incremento en el ingreso de divisas por las ventas de trigo al exterior. De allí, que las estimaciones de los analistas de la Bolsa de Cereales revelan que, según el escenario y con criterios conservadores, “la cantidad adicional de divisas generada podría oscilar entre 190 millones de dólares y 630 millones”.

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Buen contexto climatológico

El informe concluye que “el trigo se enfrenta a una campaña con condiciones climáticas alentadoras” y con “potencial productivo”. Sin embargo, dependerá de “modificaciones de políticas” que sirvan de incentivo al sector agroindustrial que tendrá directo impacto en la campaña final 24/25.

JL