La población humana alcanzó ayer los ocho billones (8.000 millones) de habitantes, según las proyecciones de Naciones Unidas. Un hito posibilitado por los avances de la medicina, los altos niveles de fertilidad y el aumento en la productividad de las cosechas.
El protagonista simbólico del hito fue Damián, un niño nacido en República Dominicana con 2,77 kilos y 52 centímetros. “Es la esperanza para que los niños que nazcan en este planeta sean recibidos en condiciones”, dijo Damaris Ferraris, la madre de 35 años.
Como muestra del ritmo al que crece la población, vale la pena recordar que desde la emergencia del Homo sapiens se necesitaron unos 300.000 años para alcanzar el primer billón de habitantes. Fue cerca de 1804, el año en que se descubrió la morfina y Beethoven estrenaba en Viena la Tercera Sinfonía. En cambio, para pasar de siete a ocho billones apenas hicieron falta 12 años.
Población récord: la tierra alcanzará los 8 mil millones de personas en las próximas horas
Como los países con tasas de fertilidad más altas suelen ser aquellos con las rentas per cápita más bajas, el crecimiento poblacional está concentrado en el África Subsahariana, donde resultará especialmente difícil cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, entre ellos el fin de la pobreza, el hambre cero, la educación de calidad, el trabajo decente y el crecimiento económico.
Todo esto en un contexto global de contaminación y sobrepesca que degradan bosques y océanos, y un cambio climático impulsado por la dependencia de combustibles cada vez más escasos.
Los casos de China e India
Las proyecciones indican que este mismo año llegaría otra noticia de alto impacto: por primera vez en dos milenios podrá haber más personas en la India (hoy con 1393 billones) que en China (1412 billones). Más allá de la política de un solo hijo que el gigante asiático implementa desde hace cuatro décadas, las tasas de natalidad vienen cayendo en forma sostenida.
La Tierra llega a los 8.000 millones de personas, pero la población crece cada vez menos
“Con cada vez mayores oportunidades educativas y profesionales, más mujeres demoran la maternidad, e incluso hay menos en edad fértil”, explica National Geographic. Las tasas de natalidad chinas ya son incluso más bajas que las de Estados Unidos.
Aunque el declive del crecimiento poblacional en los países más ricos puede asomar como algo deseable (al generar más espacio y menos presión sobre el ambiente), también implica menos fuerza de trabajo y una mayor cantidad de ancianos, lo que supone desafíos económicos que sólo podrán atravesarse con políticas de largo plazo y fuertes inversiones en los sistemas de salud.
AO PAR