Donald Trump denunció que agentes del FBI ingresaron en su mansión de Mar-a-Lago, Palm Beach, en el Estado de Florida, para realizar un registro mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se apunta un repunte en las encuestas de cara a las elecciones de medio término de noviembre.
Trump está imputado en varias causas judiciales por sus vanos intentos de alterar los resultados de las elecciones de 2020. Trascendió que habría llevado a Mar-a-Lago documentos oficiales clasificados como secretos.
El registro del FBI parece centrarse en ese material. Trump tardó meses en devolver 15 cajas con documentos que habían reclamado los Archivos Nacionales.
La pesquisa del FBI fue calificada por Trump como algo que sólo podía suceder en países rotos del Tercer Mundo. Mientras tanto, Biden, tachado de senil por Trump y muchos de sus rivales republicanos a raíz del paso más lento a sus 79 años, gana puntos tanto en economía como en política internacional.
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El presidente más longevo de la historia, que superó recientemente el covid, obtuvo un soplo de aire fresco con el repunte del mercado laboral, el mejor en 50 años, y la baja del desempleo a niveles prepandémicos mientras lucha contra la inflación.
A eso se suma la aprobación en el Senado de un amplio proyecto de ley de inversiones para salud y medio ambiente, el desbloqueo de 52.000 millones de dólares en subsidios para relanzar la producción de semiconductores en el país y, en el exterior, la ejecución del líder de Al-Qaeda, Ayman al Zawahiri y sus esfuerzos por evitar la ruptura con China tras la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
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