Es ambicioso el proyecto y la idea de Patricia Bullrich. De máxima, el planteo de máxima es que no haya más corte de calle, algo que es histórico en las marchas en la ciudad de Buenos Aires, al menos desde Perón para acá. Siempre hubo marchas en la Ciudad, salvo en épocas de dictaduras militares, y especialmente desde el auge del fenómeno piquetero que se desarrolló a partir de la crisis del 2000 y el 2001.
Patricia Bullrich volvió a la carga con un protocolo anti-piquetes. Lo había hecho durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando ocupó el mismo cargo de ministra de Seguridad, y ahora vuelve con el mismo planteo.
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Hay algunas diferencias. Una tiene que ver con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El Pollo Sobrero decía, en este mismo programa, “tenemos charlas con el gobierno de la Ciudad”. Va a haber otra reunión de los organizadores de la marcha con miembros del Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires para terminar de delinear cómo va a ser la protesta de esta tarde. El Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires sacó un comunicado en las últimas horas donde plantea algo similar a lo de Patricia Bullrich. Waldo Wolf es quien está a cargo de la seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, alguien que está alineado con la ministra de seguridad nacional. Por eso, es importante lo que nos decía el Pollo Sobrero en cuanto a que ellos no ven una decisión de reprimir por parte de la Ciudad y, sobre todo, habrá que ver lo que pasa en la reunión que van a tener con las autoridades.
La marcha, en realidad, se hace todos los años. Es una movilización para conmemorar lo que fue el fin del gobierno de de la Rúa y, sobre todos, homenajear a las víctimas que provocó la represión de aquel 19 y 20 de diciembre del 2001. Es cierto que a lo largo de los años a esta marcha se le añadieron algunas otras consignas dependiendo de la época en que se hacía, pero se repite absolutamente todos los 20 de diciembre.
La atención está puesta en lo que pueda pasar en el puente Pueyrredón, que se corta todos los años. Por un lado, allí ya hay policía dispuesta arriba del puente, con la idea de que si vienen columnas de ahí, no dejarlas ingresar a la Capital Federal.
Las estaciones de tren son otro punto central, y foco de la batalla comunicacional que se da desde el Gobierno Nacional. Se ven en las pantallas de las estaciones de trenes advertencias en cuanto a que quienes cortan la calle dejarán de cobrar el plan social.
Algunos carteles dicen: “si te están obligando a marchar, podés denunciar anónimamente”, y el número que brindó ayer el Vocero presidencial: 134.
El uso de estas carteleras fue criticado en su momento por el sector de Milei, cuando el gobierno anterior los usaba para advertir sobre algún posible aumento de tarifas si ganaba La Libertad Avanza durante la campaña electoral. Bueno, evidentemente son métodos que ya entraron en la arena política y ahora también se usan para comunicar desde el Gobierno actual.
Hay mucha policía dando vueltas en las estaciones. A partir de las 2 de la tarde, cuando comiencen las concentraciones, se verá efectivamente hasta qué punto se va a estirar la cuerda. Hasta qué punto no se deja bajar a la callea los manifestantes y se los obliga a mantenerse en la vereda, como dijo Patricia Bullrich, o hasta qué punto se los va a dejar marchar y cortar calles en la Plaza de Mayo, o si se va a un enfrentamiento. Del otro lado, también se verá a las agrupaciones piqueteras midiendo hasta dónde tiran de la cuerda, hasta dónde intentarán avanzar si la policía quiere frenarlos. Por eso, todas las miradas van a estar puestas allí, en los alrededores de la Plaza de Mayo, alrededor de las 4 de la tarde.
Es un día importante para el Gobierno. Una exigencia que se autoimpuso sin que nadie se la pida, con este protocolo anti piquetes y con esta idea de mostrar dureza desde el comienzo. El famoso consejo que Mauricio Macri le dio a Milei: "Mi error fue justamente no haber hecho la política de shock desde un principio". Bueno, el shock no solo es lo económico, sino también en este cambio social que quiere Javier Milei, mostrar mano dura a las protestas.
A las 4 de la tarde, todas las miradas están puestas en el centro porteño. ¿Habrá marcha normal? ¿Habrá algún cambio? Y sobre todo, lo que nadie quiere, ¿habrá represión? La respuesta la tendremos esta tarde en Plaza de Mayo.
