Cada licitación de títulos de deuda en pesos viene registrando resultados más adversos para el Gobierno, un dato más que negativo si se considera que el Ministerio de Economía no avanza con firmeza en la reducción del déficit fiscal y no tiene acceso al financiamiento en dólares.
Ayer, el Gobierno obtuvo 219.000 millones que no le alcanzaron para cubrir los 263.000 millones que vencían, algo que ocurrió por primera vez desde abril.
La diferencia será cubierta con excedentes de licitaciones anteriores, pero la señal que genera preocupación entre los analistas es que los inversores privados se alejan de los títulos de la deuda pública, aún cuando éstos ofrecen una doble cobertura: los "bonos duales" permiten cubrirse tanto del riesgo de devaluación como de una suba de la inflación.
No obstante, la mayor preocupación sobre la capacidad del Gobierno para financiarse en pesos comienza a centrarse en el año próximo.
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Las dificultades para convencer al mercado comienzan a acumular vencimientos en los primeros meses de 2023. Para marzo, ese stock de vencimiento supera los 1,4 billones de pesos, una cifra que se extiende a 1,8 billones para julio. Si el Gobierno no consigue refinanciar, deberá recurrir a la emisión con el consiguiente impacto sobre la inflación.
BL JL