El martes último, las autoridades mexicanas anticiparon que Tesla instalará una fábrica en el estado de Nuevo León. Esta sería la primera fábrica de la empresa fuera de Estados Unidos, Alemania y China. La gigafábrica contaría con una inversión que podría superar los 5.000 millones de dólares y se proyecta una producción cercana a un millón de vehículos al año, para abastecer el mercado nacional e internacional.
En ese contexto, se esperaba con expectativa el anuncio oficial por parte de Elon Musk, quien había anticipado que la nueva planta mexicana forma parte de sus planes para incrementar su producción hasta las 20 millones de unidades hacia 2030. Sin embargo, su "Plan Maestro 3" no parece haber entusiasmado a los inversores.
En el marco del día del inversor, el magnate dueño y director ejecutivo de Tesla, junto a más de 12 integrantes de su equipo expusieron por casi 4 horas los planes para reducir a la mitad los costos de ensamblaje, invertir en una nueva planta en México y el nuevo esquema de innovación para la gestión de sus operaciones. Lo cierto es que antes de la apertura del mercado el jueves último, y tan horas más tarde de la presentación, las acciones de la compañía cayeron un 6%.
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Un anuncio que desilusionó a los inversores
Ciertamente la presentación que mantuvo en vilo durante los últimos días a los principales inversores, no fue lo suficientemente convincente. Según dejaron trascender fuentes del sector los inversores esperaban un vehículo eléctrico asequible y un plan con un calendario concreto. Muy opuesto a lo esperado, el anuncio careció de detalles sobre el cronograma y los nuevos productos de Tesla.
Así lo hicieron saber con sus comentarios: "Los mercados estaban preparados para un gran anuncio, tal vez sobre algo como un nuevo modelo más asequible", afirmó Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell. “Puede que haya sido un caso de no estar a la altura de las expectativas", agregó. Por su parte, Colin Langan, analista de Wells Fargo dijo que “el calendario y los detalles de los costos fueron limitados y al evento le faltó una sorpresa al estilo de Tesla".
Esperaban el anuncio de un nuevo auto pero Musk habló de otra cosa
A contramano de la expectativa generada por el mismo dueño de Tesla, el megamillonario poco habló de lo prometido. Para sorpresa de los presentes, en un acto por el Día del Inversor, dio a conocer su plan para eliminar los combustibles fósiles de la economía. En concreto se esperaba el anuncio y los detalles relativos a la fabricación de un nuevo modelo de su auto eléctrico, de un tamaño más pequeño y accesible que sea un incentivo y mejorara el atractivo de la marca en el mercado frente a una creciente competencia.
Lo que recibieron fue una presentación desde la misma sede de Tesla, en Texas, en la que Musk desplegó una diapositiva que mostró, muy por arriba y sin detalles, dos futuros modelos de vehículos sin dar mayores precisiones.
En ese sentido, los ejecutivos a cargo de la presentación hablaron ambiguamente de ciertos modelos de vehículos, afirmando que la camioneta Cybertruck ingresará al mercado en 2023. A su vez, destacaron que Tesla buscará reducir en un 50% los costos de ensamblaje de la próxima generación de automóviles.
Por su parte, Musk mostró un gráfico de la proyección de la futura flota eléctrica de Tesla. En la diapositiva se vieron los modelos que ya están en la flota de la fábrica, incluido el camión Semi, y una proyección en el mercado de 440 millones de vehículos. Además mostró un futuro modelo cubierto del Cybertruck como parte de un mercado de 300 millones de vehículos.
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Los reales planes de Musk
Pero la realidad es que entre los planes del millonario, está como su objetivo principal lograr “descarbonizar” la red eléctrica mundial, incluida la industria, el transporte marítimo y aéreo. Según las estimaciones de la compañía esta transformación podrá costar 10 billones de dólares, de los cuales 7 billones sería el costo por los vehículos eléctricos.
Otra de las preocupaciones de Musk se centra en poder captar el mercado de masas y para ello Tesla deberá multiplicar por 15 las entregas, es decir, llegar hasta 20 millones de vehículos en 2030. Lo que implicará a su vez, mejorar su tecnología de baterías. De hecho, Musk en varias oportunidades manifestó que se trata de un “factor limitante fundamental” para lograr la transición hacia la energía sostenible.
Cabe recordar, que en 2020 Musk anunció su intención de desarrollar baterías internamente, lo que haría posible ingresar al mercado en 2023 autos eléctricos autoconducidos a un valor de USD 25.000 dólares. Sin embargo, Tesla reportó problemas para aumentar la producción de las baterías 4680.
Como sea, sin dudas el multimillonario dueño de la empresa automovilística más valiosa del mundo, busca penetrar en el mercado de masas y convertir a Tesla en una empresa que no solo fabrique autos eléctricos modernos, sino que además incorpore un proceso productivo respetuoso con el medioambiente.
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Caída abrupta de las acciones en Wall Street
Fiel a su estilo Musk impuso su agenda y sus intereses, habló del “Plan Maestro 3″ de Tesla para un “futuro energético sostenible”. Pero su rebeldía le costó la negativa repercusión en la bolsa y las acciones de la compañía en Wall Street cayeron notablemente en las operaciones posteriores al cierre.
Se esperaba un anuncio más concreto, pero el anuncio se limitó a explicar las razones por las que la nueva plataforma es revolucionaria, razón por la cual podrá dar nacimiento al innovador y accesible auto eléctrico de Tesla. Lo cierto es que sobre el nuevo “auto barato” de Tesla, no se conocieron grandes detalles y solo comentaron que “será un anuncio posterior”.
BL JL
