Mientras insiste en turbar a sus vecinos y desafiar a Estados Unidos, Kim Jong-un reclamó medidas urgentes al campo para evitar una hambruna inminente durante un plenario del Partido de los Trabajadores.
Kim Jong-un pidió un cambio radical en la producción agrícola frente a una situación compleja a raíz de las sanciones internacionales, las condiciones climáticas y los cierres fronterizos como consecuencia de la pandemia.
Se trató de una reunión excepcional, ya que el partido celebró una hace apenas dos meses y suele convocar dos plenarios por año.
La decisión de Kim de endurecer el control sobre la actividad cuentapropista en la frontera con China y su supuesta voluntad de volver a centralizar los intercambios comerciales en el país ha empeorado una situación de por sí mala.
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Recientemente el Ministerio de Unificación de Corea del Sur, encargado de las relaciones con el Norte, apuntó que la situación alimentaria en el país vecino parecía estar empeorando y habló de muertes por inanición en algunas regiones.
Corea del Norte, cuya población ronda los 26 millones de habitantes, mantiene desde enero de 2020 el intercambio de bienes comerciales con China a través de ferrocarril y barco, pero la entrada de personas procedentes del exterior, aunque sean norcoreanas, sigue terminantemente prohibida.
