MODO FONTEVECCHIA
FIN DE LA TREGUA

Evo Morales reta al presidente Luis Arce

La ruptura puede llevar a Bolivia a una crisis como la de 2019. Las internas políticas del país.

Evo Morales
Evo Morales | Télam

La tregua duró casi dos años en Bolivia. El expresidente Evo Morales, jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), pasó a la ofensiva contra el gobierno de su heredero político, el presidente Luis Arce. 

Morales culpó al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, por el robo de su celular en un acto público, denunció sobornos en la construcción de una carretera, protección al narcotráfico y acusó a colaboradores de Arce de urdir un plan negro para desplazarlo.

Arce no respondió, pero tampoco cedió a la presión de Morales para cambiar ministros. Uno de sus diputados acusó al MAS de financiarse durante el gobierno de Morales con fondos del narcotráfico.

Acusan al partido de Evo Morales de recibir donaciones de un líder narco argentino para su campaña

El tercero en discordia, David Choquehuanca, de origen aymara como Morales, le está quitando influencia al expresidente en los sectores indígenas del occidente boliviano.

Arce fue el cerebro del éxito económico del gobierno de Morales como ministro del área por más de una década, lo que le valió que Morales lo designara candidato para recuperar el poder en los comicios de 2020. Las discrepancias entre ambos fueron creciendo hasta llegar a una suerte de guerra declarada.

El MAS, la organización política más grande de Bolivia desde el derrumbe de los partidos tradicionales en 2003, dejó de ser una fuerza monolítica tras la crisis de 2019, cuando Morales intentó obtener un cuarto mandato consecutivo en elecciones consideradas fraudulentas por la Organización de los Estados Americanos (OEA).

En medio de la agitación social, con más de una treintena de muertos, Morales renunció a la presidencia y se refugió primero en México y luego en Argentina. Regresó a Bolivia tras el triunfo de Arce en 2020 en las elecciones convocadas por la presidenta interina Jeanine Áñez, quien hasta entonces era la titular del Senado.

Áñez fue condenada en junio a 10 años de prisión por incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución por la sesión del Congreso en la que se proclamó presidenta, sentencia que ha sido cuestionada por organismos internacionales y organizaciones de derechos humanos.

Dura condena para la expresidenta Jeanine Añez en Bolivia: pasará 10 años de prisión

Dividida y debilitada, la oposición no ha levantado cabeza desde la victoria de Arce. Bolivia ha tenido una larga estabilidad económica y una de las tasas más bajas de inflación en América del Sur gracias a subvenciones a los carburantes, el tipo de cambio fijo y el control de precios de algunos alimentos.

La mayor oposición al MAS proviene de los poderosos grupos cívicos de la región oriental de Santa Cruz, bastión opositor y motor de la economía de Bolivia, cuyo gobernador, Luis Fernando Camacho, lideró las protestas que forzaron la renuncia de Morales y está abiertamente enfrentado a Arce.

MRG PAR