La alegría y los festejos en la Ciudad de Buenos Aires por la consagración de la Selección Argentina como finalista y ganadora de la Copa en el Mundial Qatar 2022, fueron opacados por el desborde de quienes arrasaron como plaga destruyéndolo todo a su paso.
Actos de vandalismo, destrozos y hechos de inseguridad atravesaron la jornada de celebración con motivo de la llegada al país de la delegación campeona. Durante el recorrido de la caravana que tenía que tener como únicos protagonistas a los jugadores, se sucedieron los más variados episodios de violencia y daños a la propiedad pública y privada.
La ONG Defendamos Buenos Aires, hizo un relevamiento y estimó que los daños originados por los festejos y hechos vandálicos, principalmente en zonas aledañas al Obelisco, ascendieron a 900 millones de pesos.
Los daños en números
En este sentido, el organismo señaló que los ataques se centraron en pintadas a edificios y monumentos, intrusión y daños al Obelisco, rotura de mobiliario urbano, semáforos y cableado.
Javier Miglino, titular de la ONG que realizó el informe, advirtió que el impacto económico derivado de los daños puede distribuirse: pintadas y daños mayores (200 millones de pesos), daños al Obelisco (100 millones de pesos), rotura de mobiliario urbano, semáforos, cableado y otros (300 millones de pesos), rotura de los techos del Metrobus que incluye los paneles solares (100 millones de pesos) y daños en locales comerciales de la zona céntrica como bancos, pizzerias, y negocios de ropa (200 millones de pesos).
El lado B de los festejos en el Obelisco
Además, y tal como pudo verse en varios videos que circulan en las redes, el Obelisco una vez más quedó cautivo en medio de los enfrentamientos entre los efectivos que intentaban poner orden a los desmanes y los vándalos que atacaron con piedras y botellazos. Además los disturbios se extendieron a otros edificios públicos, ubicados en las inmediaciones.
En el caso de los locales de la zona fueron atacados bancos, pizzerías y casas de ropa que resultaron con sus vidrieras totalmente destrozadas incluso los que tenía persiana metálica.
Irreparables e inimaginables
Por su parte, desde Ambiente y Espacios Públicos del Gobierno de la Ciudad, expresaron que los daños son “inimaginables”. En su relevamiento a lo largo y ancho de la emblemática Avenida 9 de Julio, detectaron roturas en todos los techos de las paradas del Metrobus con los vidrios y paneles solares destrozados, y hasta el robo de un cajero automático de una conocida entidad bancaria.
También advirtieron que los daños en la Plaza de la República y en el jardín vertical “BA”, ubicado a metros del Obelisco, son irreparables por lo que se deberá restablecer el monumento vivo y “plantar” uno nuevo.
Desmanes reiterados y el cierre de locales
Más de 1.000 negocios cerrados, es el resultado estimado por Defendamos Buenos Aires tras analizar el impacto de los desmanes repetidos en la zona.
De este modo, el ataque y destrozos causados el martes último, en el marco de la frustrada caravana del seleccionado argentino, sumado a tantos otros eventos violentos, como marchas y acampes piqueteros, tiene su impacto directo en la operatividad y normal actividad del comercio minorista de la zona.
En este sentido Miglino, señaló que “entre diciembre de 2021 y diciembre de este año, cerraron más de 1.000 negocios en el Centro de Buenos Aires, a causa de todo tipo de desmanes que viene sufriendo la zona desde hace mucho tiempo".
La fiesta del Obelisco terminó con violencia, detenidos y heridos
Manifestaciones, marchas y piquetes, encuentros entre barras de clubes de futbol enemigas, sumado a los destrozos del pasado martes, ante la recorrida del seleccionado argentino, pone en jaque a la actividad comercial del lugar. Sin olvidar el efecto pandemia que perjudicó a todo tipo de locales.
Como efecto de la pandemia hubo mayores costos, ya sea por gastos de entrega de mercadería, pagos de indemnizaciones, y en el mejor de los casos la venta a precios de remate de maquinarias y muebles y útiles. Lo cierto es que estos nuevos desmanes, que convirtieron rápidamente una celebración en un verdadero infierno, no hacen más que complicar el panorama para comercios que son una y otra vez golpeados, lo que se traduce en futuros cierres.
AO PAR