La fiesta por la consagración de la Selección argentina como Campeón del Mundo estuvo marcada por la alegría popular, pero también fue importante el cúmulo de destrozos e incidentes en el centro porteño. Y uno de los episodios captados en vivo por las cámaras que se encontraban en la zona del Obelisco fue el robo a una sucursal del Banco Galicia, un hecho del que luego la policía indicó que había participado un empleado de la TV Pública.
Luego se supo que se trataba de Adrián Galdeano, de 47 años, efectivamente trabajador del medio estatal, quien se convirtió en el único detenido por ese delito, al señalarse que era quien manejaba la camioneta blanca en que se ve que quienes salen del banco cargan una impresora. Y este jueves fuentes judiciales precisaron que Galdeano prestó declaración y luego recuperó su libertad.
El hecho ocurrió en la noche del martes 20 de diciembre. Alrededor de las 20:30, un grupo de ladrones forzó la persiana de la sucursal del banco ubicada en las calles Cerrito y Lavalle. Varias personas entraron al banco, intentaron forzar los cajeros automáticos sin éxito, rompieron los vidrios de acceso, y aunque revolvieron en busca de cosas de valor, según confirmaron las autoridades de esa sucursal, se llevaron una impresora multifunción LEXMARK y otros artículos menores, que cargaron en una camioneta Peugeot que tenía un ploteo de la TV Pública y apenas cargan esas cosas escapa de la escena. La secuencia se transmitió en vivo por Telefe, que también captó la patente del vehículo.
En la emisión además se aprecia que eran cuatro o cinco personas las que cargan la impresora y se suben a la camioneta, así como el hecho de que otros individuos tiraban piedras y botellas a los policías allí presentes.
El evento fue captado a su vez en tiempo real por el Centro de Monitoreo (CMU) de la Policía de la Ciudad. Por ese motivo, un patrullero logró localizar poco después la camioneta a pocas cuadras del banco.
En ese sentido, se procedió a la detención del conductor, el secuestro del rodado y de la impresora, que fue hallada en la vía pública, la realización de pericias de levantamiento de rastros, entre otras medidas. Además, personal del banco le entregó a las autoridades imágenes de los sucesos para incluir en el expediente.
La fiesta del Obelisco terminó con violencia, detenidos y heridos
En el interior de la camioneta se halló y se secuestró parte de una impresora que coincidía con la robada y cables. Además, una impresora multifunción marca LEXMARK fue encontrada en Lavalle y Libertad mientras se realizaban recorridas por la zona.
En cuanto a los cajeros, la seguridad del banco informó que permanecían en el lugar y que "estaban dañados", pero responsables de la entidad bancaria indicaron que no faltaba dinero, y que el grupo tampoco había conseguido ingresar al sector de cajas.
Sumado a esto, la entrada a la sucursal quedó destruída, y el interior de la planta baja se hallaba revuelto. Por su parte, en el subsuelo no se observaron faltantes ni alteraciones a primera vista.
El lado B de los festejos en el Obelisco: violencia, robos y vandalismo
Lo cierto es que Galdeano fue detenido en Talcahuano y Lavalle por personal del Grupo de Acción Motorizada (GAM), cuando conducía la Peugeot Boxer en la que habían cargado lo robado. Si bien en la grabación se ve cómo cuatro personas suben al vehículo, al momento de la detención estaba solo en la camioneta. Según fuentes policiales, el hombre indicó que estaba cubriendo los festejos por la consagración máxima en el Mundial cuando de repente "sintió un golpe fuerte en la parte trasera del rodado" mientras conducía delante del banco.
En ese sentido, detalló que observó por el espejo retrovisor cómo "unos individuos introducían un objeto en la parte trasera" del rodado. Ante esto, "decidió acelerar y continuar su camino hasta que fue detenido por el personal policial". Así Galdeano afirmó ser inocente y no conocer a quienes violentaron la entrada al banco.
La causa del robo quedó en manos del Juzgado Nacional Criminal y Correccional 13, a cargo de Gustavo Miguel Pierretti. El delito tiene una pena en expectativa de prisión de un mes a seis años.