Gabriel Slavinsky: "El abanico de Cristina Kirchner fue un detalle clave"

Gabriel Slavinsky, analista político, explicó por qué, en las campañas electorales, muchas veces prima lo comunicacional por sobre lo político. "Los ciudadanos buscan atajos cognitivos, por eso muchos votan, por ejemplo, al que es hincha de Boca sólo por eso", afirmó en Modo Fontevecchia (Net TV y Radio Perfil FM 101.9).

El filósofo Paul Watzlawick sostenía que el lenguaje analógico es más importante que el digital, o sea, que el de las palabras. ¿Se puede trasladar esta idea a las miradas que había entre Cristina y Massa, con el Presidente en el medio, durante el acto de inauguración del gasoducto? ¿Qué piensa de esto?

Tomando lo analógico y digital, lo que Paul Watzlawick decía en aquel momento era la relación entre contenido y la forma. En ese tiempo era una novedad porque hasta ahí siempre era más importante las palabras, no tanto los detalles o el contexto. Habría que hacer un análisis contextual, que es el que permite ver esos detalles que potencian el mensaje o generan disonancia cognitiva que muestran una comunicación poco genuina.

Lo que sucedió en el acto fue un contexto explícito de tensión en una foto de unidad. Hubo detalles significativos que se pueden resumir en que algunos estaban cómodos y otros muy incómodos.

Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa inauguraron el Gasoducto Néstor Kirchner

Algo importante está en las miradas, tanto de Alberto como de Cristina, que parecían denotar que no toleraban lo que el otro decía. Otra cosa, el abanico de Cristina Kirchner fue un detalle clave. Era como que decía y quería demostrar que no iba a aplaudir las palabras del Presidente.

Yendo al extremo, en la valoración mayor que daba la escuela de Palo Alto al lenguaje analógico sobre el digital, Jaime Durán Barba afirma que cuando escucha los discursos de los candidatos en campaña, directamente baja el volumen a cero para no prestar atención a la palabra sino a los gestos. ¿Es tanto más importante el cómo que el qué?

Una foto vale más que mil palabras, va en ese sentido. Es la simplificación en primer plano, lo cual es una regla de la propaganda desde los años cincuenta.  Aunque hay algo que no estoy de acuerdo con Jaime Durán Barba: el marco de la campaña, lo explicativo y el clima de opinión tienen una base racional. También me pongo en el otro extremo de la dirigencia que piensa que se puede explicar todo, y no es así.

Entonces, sí hay una base racional que crea un clima y eso es determinante. Ahora bien, posterior a eso, en el último tramo de la campaña dura, claramente se ven imágenes, señales, fotos, videos cortos, etc.

Atajos cognitivos en la cabeza del votante

No es casualidad que menciones los años cincuenta, ya que ahí surgió la invención de la televisión. De hecho, antes de esa época los diarios en papel no tenían fotos. Es decir, la segunda mitad del siglo pasado es el nacimiento de la imagen, ¿correcto?

Sin dudas. Y la imagen en primer plano es lo que cambia todo y lo que nos lleva a este momento. A partir de la incorporación de la televisión lo que fue creciendo gradualmente es la prioridad de lo comunicacional por sobre lo político. Es decir que prima el lenguaje, la velocidad y los términos de lo comunicacional por sobre la necesidad de tiempos prolongados e ideas profundas que necesita la política.

Edad, nivel educativo y región: cómo son los votantes de los candidatos

La primacía de la imagen hace que los ciudadanos busquen tomar decisiones con la menor cantidad de energía cognitiva empleada. El voto requiere de cierto esfuerzo para analizar varios aspectos, pero el ciudadano hoy no está dispuesto a esto. Y es una tendencia a nivel mundial.

Se llama heurísticos cognitivos a aquellos atajos para tomar decisiones en cualquiera de los sentidos. Y el voto tiene mucho de ese tipo de votante, “lo elijo porque es hincha de Boca” o porque “me gusta su imagen”. Obviamente también está el voto partidario o el personalista que responden a otras características.

AO JL