En un contexto de intenso calor e incendios, Alemania, España, Irlanda y Reino Unido sufren los reclamos de sus trabajadores para mejorar las condiciones económicas y laborales. Los detalles de cada caso.
Lufthansa presenta su increíble avión de lujo |
Weekend
Las vacaciones de los europeos, acuciados por las intensas olas de calor y los feroces incendios que se han declarado en algunos países, se topan con las huelgas del transporte.
La del personal de tierra de Lufthansa afectó este miércoles a unos 130.000 pasajeros por la cancelación de casi todos los vuelos operados en los aeropuertos de Fráncfort y Múnich. Los pasajeros habían sido advertidos con antelación del paro para evitar que acudieran a las terminales.
El sindicato pide un aumento salarial del 9,5% o de al menos 350 euros al mes. La compañía alemana ha ofrecido el 5,5%.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
En España continúa la huelga del personal de cabina de Ryanair con paros de 24 horas entre semana. Los sindicatos exigen una mejora de las condiciones laborales y la readmisión de 11 trabajadores despedidos. La empresa irlandesa niega una gran incidencia a pesar de la cancelación de cientos de vuelos.
Y, para coronar el desmadre, en el Reino Unido circuló este miércoles sólo el 20% de los trenes por el paro de unos 40.000 trabajadores de 14 empresas ferroviarias y de la compañía encargada de su infraestructura, Network Rail.
Entre quienes realizan la protesta se encuentran limpiadores, encargados de la señalización y mantenimiento y personal de estación. Sus demandas se centran en la mejora de los salarios y de las condiciones y la seguridad laboral.
