Una nueva emergencia sanitaria se posa sobre Argentina: la gripe aviar, en particular del virus H5N1. El primer caso, un ganso andino, especie migratoria silvestre, se detectó hace una semana en la laguna de Pozuelos. Desde entonces hubo al menos 98 notificaciones sospechosas, con ocho confirmaciones en Jujuy, Salta, Córdoba y Santa Fe.
La Organización Mundial de la Salud es contundente: después del Covid, la humanidad debe prepararse ante la posibilidad de otra pandemia. Estados Unidos registra el año más mortal para las aves de corral de su historia, con 58 millones de animales infectados. Entre octubre de 2021 y septiembre del año pasado, en Europa debieron sacrificarse a 50 millones.
Si bien el H5N1 lleva 25 años propagándose entre aves silvestres y de corral, en los últimos meses también infectó a visones, nutrias y lobos marinos, 634 de los cuales aparecieron muertos este verano en las costas peruanas. Estos animales “deben ser vigilados de cerca”, según el director del organismo, Tedros Ghebreyesus, ya que el salto del virus a los mamíferos implica una mayor cercanía con los seres humanos.
Por el momento, la enfermedad se transmite cuando las personas entran en contacto directo con saliva, mucosas o heces de aves enfermas, con superficies contaminadas o con el virus suspendido en el aire, ya sea en gotas o polvo. No hay contagio por el consumo de carne o huevos. Tampoco reportes de transmisión sostenida, aunque sí aislada, de persona a persona.
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Los síntomas más frecuentes son problemas gastrointestinales, fiebre y tos, que pueden derivar en neumonía, choque séptico, síndrome de distrés respiratorio agudo o incluso la muerte, advierte la OMS. La tasa de letalidad es muy superior a la de la gripe estacional.
Las recomendaciones para evitar el contagio son lavarse las manos con frecuencia, y evitar el contacto directo con aves silvestres y superficies potencialmente contaminadas. En caso de encontrar algún ave enferma o muerta, se solicita avisar al SENASA. Como gorriones y palomas no se han mostrado muy susceptibles al virus, el riesgo del contagio en aves de ciudad todavía se considera bajo.
MVB JL