El especialista en mercados financieros, Javier Timerman, destacó que "Massa está trabajando bien" y logró acomodar la situación. Por otro lado, aseveró que "un plan de estabilización requiere de mucha capacidad y consenso político". A su vez, declaró que "vivimos una guerra civil entre los políticos de la Argentina", en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Nuria Am (NA): Hace muy poco tuiteaste que Martín Guzmán dejó un desastre. ¿Cuál es tu balance al respecto?
Sergio Massa estabilizó la situación. Es muy difícil establecer un plan a largo plazo. Él logró estabilizar las variables que habían quedado mal con Guzmán. Los momentos de grandes crisis suceden porque no hay financiamiento. Y con respecto a la salida de Guzmán, no es que el mercado reaccionó de esa forma porque se él fue, sino que por una cuestión de poco conocimiento sobre la realidad fiscal y financiera que dejó.
NA: ¿Hay un plan de estabilización hacia adelante para llegar al final de la gestión de Alberto Fernández?
Lo que no podría hacerlo llegar es que los pesos que están dando vuelta se vayan al dólar o al colchón. Y creo que que la mayoría de esos. estando en manos del Estado, de empresas o bancos, son más manejables. Mi tuit se refería es que la Secretaría de Finanzas de Massa está más en tono con lo que hay en el mercado, y puede evitar lo que pasó antes de la renuncia de Guzmán, que fue esa crisis en la que no se le renovaba la deuda.
Un plan de estabilización requiere de mucha capacidad y consenso político, aunque hoy en día lo veo poco.
NA: Pocos están dispuestos a ceder.
Viví en países que tuvieron crisis. Me tocó estar en Israel, donde tuvieron dos grandes crisis. En ambos casos se armaron gobiernos de coalición, siendo la grieta mucho más grande que acá y por temas de interés, no como las pavadas de nuestro país.
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NA: ¿Cree que con las medidas que se vienen tomando es posible pensar que se puede desacelerar la inflación al 3% o 4%?
La inflación se da cuando hay muchos billetes persiguiendo varias cosas. Así la define un colega que estuvo en la Reserva Federal. La única forma genuina es haciendo crecer la economía, y para eso se necesitan inversiones, además de un plan a largo plazo. Se puede bajar, pero para que la Argentina vaya en crecimiento, se necesita un consenso que hoy no es posible.
NA: ¿Es comparable este momento, con una inflación que todavía no encuentra un abordaje certero, con momentos de la historia como el Rodrigazo, la hiperinflación o el 2001?
Al haber cepo y el dinero estar en empresas o bancos, no creo que haya pánico por parte de esos sectores de deshacerse de esos pesos, con la velocidad que tendrían que hacerlo, para que haya un proceso un proceso hiperinflacionario. Lo que puede pasar es que la gente se asuste y quieran sacar plata de los bancos, pero eso no lo veo, porque no creo que la gente se asuste, ya que considera que luego de lo del 2001, los bancos están mejor.
Se necesita un plan para salir de esta dinámica perversa. Massa está trabajando bien, yendo al Fondo y tratando de evitar el pánico.
La forma de trabajo del ministro de Economía
NA: ¿Cree que podría haber una sorpresa en época de Mundial? ¿Alguna nueva medida para palear esta situación?
Sergio Massa es una persona bastante entendida sobre los riesgos y beneficios de hacer cosas. Lo veo más para febrero y marzo el estar llevando adelante un plan que tenga un congelamiento de precios y salarios, acuerdos y devaluación moderada.
Es muy difícil hacer un plan y que no fracase. Vivimos una guerra civil entre los políticos de la Argentina. La realidad es que estamos en un mundo muy globalizado. Venimos de una historia de fracasos y en Argentina se discuten medidas puntuales y rápidas, pero los inversores quieren que esto se dé a largo plazo.
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NA: Me quedo con la idea de que hay una guerra entre políticos y por pavadas, mientras que en otras partes es por discusiones aún más importantes.
En el 2008, realmente había pánico en Estados Unidos. En un momento los bonos de corto plazo del Tesoro americano habían operado por debajo de la par, y era un signo de que había una desconfianza total en el sistema.
El presidente Bush, a un mes de la elección, mandó una ley en el Congreso para apuntalar los bancos y a las compañías de seguro. La mitad de los republicanos le votaron en contra. Y los demócratas, que estaban a un mes de la elección, y que para ellos era capitalizarse ante una gran crisis, se unieron para votar a favor y que no caiga el sistema financiero americano. Eso es consenso y responsabilidad.
BL JL
