En términos técnicos, se considera que la economía entró en recesión cuando registra una caída durante dos trimestres seguidos. Y varios analistas señalan que hacia allí se dirige la Argentina en el corto plazo. Ayer el Indec publicó el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) correspondiente a febrero que marco crecimiento 0 en relación a enero y de apenas 0,2% en la medición interanual.
Los números del segundo mes del año sugieren que ya no será posible esquivar la recesión, ya que para eso haría falta un crecimiento en marzo que es evidente que no se ha producido.
Entre los sectores de la economía que más cayeron se destacaron la industria, la pesca, la actividad financiera y en especial la agricultura, que sintió los durísimos efectos de la sequía. En el otro extremo, la minería y los restaurantes y hoteles fueron los sectores que mostraron crecimiento.
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De esta forma, en los últimos seis meses solamente uno mostró crecimiento y la contracción económica parece afianzarse, asentada en dos factores. El primero es la sequía, que impacta mucho más allá del agro y lleva sus efectos a diversos sectores.
En particular, la falta de divisas pone trabas a muchas empresas que no pueden importar sus insumos de manera adecuada. El segundo factor recesivo es la inflación. El constante deterioro de los ingresos golpea sobre el consumo.
BL JL
