“Titulamos esta apertura a partir de lo que viene pasando con el aumento del dólar imparable. Siempre el futuro llega antes, y en los años electorales aún más, cuando se presume que habrá un cambio de partido político que significará un cambio en la estructura económica”, inició Jorge Fontevecchia el programa de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) del martes 25 de abril.
Esto no funciona siempre de esta manera, porque muchas veces quien gobierna es el candidato favorito a ser reelecto. Esto pasó en 1995, cuando Carlos Menem era candidato a ser reelecto, y en 2007, cuando el kirchnerismo era candidato claro a serlo.
Pero cuando el gobierno saliente está de retirada, y se da por sentado que el que viene es de un signo distinto al actual, el futuro se adelanta. Esto ocurrió en 1989, cuando el gobierno de Raúl Alfonsín estaba en una etapa terminal; al final del gobierno de Mauricio Macri, cuando pierde las PASO y queda clara la imposibilidad de ganar unas elecciones generales; y ocurrió anticipadamente cuando Macri llamó al FMI.
Dólar sin techo: sobran rumores, faltan medidas
Esto no quiere decir que el gobierno entrante sea responsable o culpable de la corrida cambiaria, sino que “los actores económicos, desde el kiosquero al banquero, anticipan sus decisiones en función de lo que ven que va a suceder, y cuando ven que será un cambio económico y hay candidatos que plantean inmediata unificación del mercado cambiario, es decir, una devaluación del dólar oficial del 100% o directamente la dolarización, en la medida que se acerca la fecha, empiezan a adelantarse y a tomar las decisiones en abril, como si estuvieran en diciembre. Se trata de algo que va más allá de la actitud patriótica o anti patriótica” sostuvo el conductor. Es parte de la lógica inercia de la anticipación del futuro en el presente.
Siguen presionadas las expectativas de devaluación e inflación
1989
Bernardo Neustadt le realiza un reportaje, al entonces ministro de Economía, quien no era economista, Domingo Cavallo, en octubre de 1988, en el momento de las elecciones.
“La gente está muy mal pero va a estar peor después de las elecciones. Están montando una bomba de tiempo", decía en aquel entonces. Esta situación no se dio en las elecciones siguientes, porque cuando Menem ganó en 1989, fue reelecto en 1995 y no hubo inconveniente de cambio de régimen.
Tampoco lo hubo cuando se pasó de Menem a de La Rúa, porque prometió mantener la convertibilidad, el partido opositor planteó mantener la convertibilidad y ganó. Perdió Duhalde, que fue quien puso en duda la convertibilidad.
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Esto se repite cuando un partido político que está en el gobierno está en riesgo de perder las elecciones. Esto no sucedió entre Néstor y Cristina porque la esposa de quien era presidente iba a ganar.
2018
Esto vuelve a suceder, primero con la ida al Fondo Monetario Internacional y luego con el gobierno acabado después de las PASO.
El argumento que se vivía en aquel momento, de extrema gravedad, era la sequía, y ayer Gustavo Grobocopatel comparó la sequía actual con la de 2018, y sostuvo que la de ahora es más del doble que la de aquel momento. Hace cinco años se perdió entre el 25% y el 30% de la cosecha, y hoy se pierde más del 50%.
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El comienzo del fin del año siguiente fue cuando se anunció el acuerdo con el FMI.
“Cumpliendo con los compromisos y alejándonos de la demagogia y la mentira estoy convencido que el camino que tomamos va a lograr un mejor futuro para todos”, declaraba el ex mandatario, Mauricio Macri.
Fue un pedido de crédito de alrededor 50 mil millones de dólares, con un dólar a $20, y donde no parecía haber situaciones de gravedad que justificaran lo que terminó siendo el verdadero problema de Macri, cuando pierde las elecciones primarias y queda claro que no era competitivo.
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2019
Mauricio Macri en agosto, posterior a haber perdido las PASO, decía que “estamos convencidos que tenemos más cosas para mostrar, debatir y hacer, y la elección de octubre será para demostrar que el cambio continua. Hoy estamos más pobres que antes de las PASO”.
En ese proceso de agosto a diciembre, el Presidente del Banco Central, Guido Sandleris felicitaba a Alberto Fernández y declaraba que “no es normal que una elección presidencial genere este nivel de incertidumbre y volatilidad”.
“Sí es normal que en la Argentina una elección produzca esa volatilidad, cuando se presume que asumirá alguien que cambiará el funcionamiento de la economía del gobierno preexistente” sostuvo el periodista.
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En este proceso de transición, entre un gobierno y otro, Emmanuel Álvarez Agis, quien era candidato a ser ministro de Economía de Alberto, contó hace poco que “Hernán Lacunza y Guido Sandleris me llamaban para pedirme por favor que le pusiéramos un techo al dólar, en medio de la corrida que generó Macri con su declaración post PASO”.
Si la economía de un país desbarranca, la responsabilidad no es solo del Gobierno, aunque obviamente tiene más responsabilidad. Pero quien será gobierno también es copartícipe y parte de ese fracaso conjunto de la sociedad.
"Si se anuncian anticipadamente medida, hay que tener en cuenta las consecuencias de esos anuncios en el presente”, manifestó Fontevecchia, y cerró el programa con, nuevamente, las declaraciones de Domingo Cavallo en el programa de Bernardo Neustadt hace 34 años, donde habló de "plan bomba" para llegar a las elecciones, y son las mismas palabras que se utilizan en el contexto electoral de hoy.
MVB JL