Es enigmática, imponente y dueña de una belleza magnética. Buenos Aires, la ciudad que nunca duerme, siempre tiene para ofrecer un atractivo a sus ciudadanos y a los turistas que andan de paso, tratando de atesorar gratos momentos para llevarse de recuerdo. Esta ciudad, nada tiene que envidiarle en resplandor y variedad de opciones a Las Vegas o a tantas otras deslumbrantes ciudades del mundo, tanto que su luz incluso capta la atención y melancólica mirada de los astronautas.
Años y años luz separan a la ciudad argentina conocida como la "París de Sudamérica” de la Estación Espacial Internacional de la NASA, sin embargo sus ocupantes, desde la inmensidad negra del espacio, mucho más allá de la estratosfera, miran con asombro y melancolía hacia el enmarañado esquema de luces que dibuja la radiografía de Buenos Aires.
Desde su órbita, ubicada a aproximadamente 408 kilómetros sobre la superficie de nuestro planeta, la Estación Espacial Internacional es un observatorio único que permite contemplar la Tierra en toda su magnificencia. Este laboratorio espacial ofrece una perspectiva única y deslumbrante durante las horas nocturnas: las ciudades iluminadas con una visión desde la inmensidad del cosmos. Así, las fotografías se revelan como un espectáculo de luces y sombras, patrones rectos y curvilíneos, todas tomadas por las cámaras instaladas a bordo de la ISS.
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Una impactante imagen de Buenos Aires como nunca antes se la vio, pero brillando con la misma fuerza, tanto que su luz llega literalmente hasta las estrellas. La Estación Espacial Internacional difundió varias postales dignas de catalogarse como obras de arte. La ciudad cuna del tango se ve como un despliegue característico de luces y sombras que dibujan las principales arterias porteñas.
Desde la altura de la estación espacial no resulta muy complejo lograr identificar la disposición geométrica de las principales avenidas de Buenos Aires. De hecho, entre luces e intermitencias desde la órbita terrestre se destaca la característica cuadrícula que diagrama la ciudad.
Como un punto luminoso que destaca en un lienzo negro, la ciudad ofrece distintos puntos de referencia que se vuelven evidentes: entre ellos, el icónico Obelisco en pleno corazón de la Avenida 9 de Julio, se destaca como un faro en un mar de luces. Así la vista panorámica nocturna de Buenos Aires brilla con intensidad dibujando sus calles y avenidas una intrincada red de luces que da vida a la metrópolis y llena de emoción a quienes buscan vivir una experiencia única.
Entre las imágenes que difundió la NASA desde su Estación Espacial, también se puede ver la radiografía luminosa de las ciudades de Nueva York, Rio de Janeiro, Dubai, San Francisco, Barcelona, Estambul, Tokio, El Cairo, Roma, París, Londres, Seúl y Chicago.
Lo cierto es que cuando la Tierra ingresa en el cono de sombras, las grandes ciudades del mundo marcan presencia con sus luces, delineando sus contornos con las más intrincadas tramas de luz. Las distintas imágenes, cuál placas radiográficas manifiestan la vida de las ciudades, y también reflejan el caos o el orden de sus entreveradas arterias urbanas. Si bien cada imagen refleja las particularidades de una ciudad muy distinta a las otras, los entusiastas de los mapas y el urbanismo podrán reconocer con cierta facilidad cada una de las ciudades aun desde la vista de un astronauta.
Si bien las imágenes fueron publicadas por la NASA en el año 2017, nuevamente son tendencia en redes sociales y provocan la misma fascinación que años atrás. El usuario de Twitter Joaquim Campa las recopiló y volvió a popularizarse en un imperdible hilo de tuits. Además, para los interesados en vivir la apasionante experiencia de observar su ciudad desde el espacio, puede ingresarse al sitio web “Cities at Night” (Ciudades a la noche), una base de datos y selección de imágenes nocturnas tomadas desde la ISS de distintas ciudades del planeta, que reconfortan el alma de los aficionados del género.
Huellas del desarrollo de la humanidad
Mirar estas imágenes permite reflexionar y tomar conciencia respecto de la presencia de la humanidad, tan diminuta en la inmensidad del espacio, pero con una huella contundente que también se hace visible por la vida urbana. A simple vista pueden detectarse, por su intensa iluminación, las zonas urbanas densamente pobladas que se destacan como inconfundibles puntos de referencia fácilmente identificables.
Pero, en el extremo opuesto a la luminosidad que da testimonio de la actividad humana, el progreso y el desarrollo, desde la ISS también pueden visualizarse extensas áreas que contrastan por su profunda oscuridad. Esta variabilidad bien notoria en la luminosidad habla no solo de la expansión de las ciudades, sino además da cuenta de la relación entre la urbanización y el entorno natural que las rodea. Regiones que interrumpen el resplandor urbano y señalan otros centros menos poblados, menos desarrollados y sin la enceguecedora luz que habla del esplendor de grandes ciudades como Buenos Aires, que brilla resplandeciente aún desde el cielo y más allá.
Imagen navideña
A su vez, una nueva imagen fue difundida hace apenas unos días. La NASA compartió imágenes cósmicas de un increíble cúmulo de estrellas que fue muy oportuna para tiempos de festividades navideñas. Se trata, según detalló el organismo espacial, de un cúmulo de estrellas jóvenes denominado NGC 2264, que se hizo popularmente conocido como cúmulo de "Árboles de Navidad".
Por lo pronto, la humanidad sigue levantando la vista al cielo, y desde allí los astronautas miran con melancolía cada noche que les regala imágenes de las distintas ciudades desde el cosmos a millones de años luz de casa.
