Un mes después de emplazar a la Cámara de Diputados con 132 votos para que trate los proyectos que proponen la implementación de la Boleta Única de Papel, la oposición cerró este martes el primer capítulo de su ofensiva para llevar la iniciativa al recinto. Luego de cuatro semanas de debates y exposiciones en el plenario de las comisiones de Justicia y Asuntos Constitucionales, los bloques opositores acordaron un dictamen consensuado que reunió 58 firmas.
Es la segunda vez, en siete años, que la Cámara Baja trata una reforma al sistema electoral. La primera vez fue en 2016, a partir de una iniciativa del entonces presidente Mauricio Macri para implementar la boleta única electrónica, en medio de una creciente ola de especialistas contra la seguridad tecnológica del sistema. En esa oportunidad, la propuesta prosperó en Diputados, e incluso sumó el apoyo de Sergio Massa, pero naufragó en el Senado, bajo las críticas del entonces senador Miguel Pichetto, que demolió el proyecto.
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El dictamen de este martes no retoma el capítulo electrónico que quedó varado en 2016. Apunta a federalizar la Boleta Única de Papel para las próximas elecciones presidenciales, pero es la primera demostración de fuerza que concretan los dirigentes políticos que hace un mes y medio se reunieron en la casa que el exgobernador salteño Juan Manuel Urtubey posee en la localidad bonaerense de San Isidro. Allí, juntó al gobernador cordobés Juan Schiaretti, con diputados como el ex titular de la Cámara baja, Emilio Monzó, los bonaerenses Graciela Camaño y Florencio Randazzo, y el ex ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
La expectativa opositora apunta a que el texto llegue al recinto en dos semanas, pero el oficialismo no está de acuerdo, aunque no tiene chances de frenarlo en Diputados. El mayor obstáculo esta en el Senado, donde podría volver a quedar frenado como pasó con la experiencia electrónica de 2016.
GA PAR
