Leandro Santoro, diputado por la Ciudad de Buenos Aires, afirmó que “si se acomoda la economía, los debates en el Frente de Todos van a ser más racionales”, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Qué edad tenías cuando se ganó el Mundial de México y Alfonsín le cedió el balcón de la Casa Rosada a Maradona?
Tenía 10 años. Recuerdo haberlo visto en un televisor chico y recuerdo los festejos en Acoyte y Rivadavia. Además, se sumaba a la épica de otras movilizaciones populares que veníamos viendo después del ‘83.
Toda esa etapa fue como un “abrir los ojos”. Salir a la calle era una novedad para la cultura después de la dictadura.
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¿Qué opinás de la actitud de Alberto Fernández de no haber ido a Qatar, marcando una diferencia con lo que hizo Macron?
Es un gesto de austeridad que suma. Tiene que ver con la crisis económica que está atravesando nuestro país. Eso es lo que expresa, no una falta de apoyo a la Selección o de espíritu deportivo, porque Alberto es un gran fanático del fútbol y de la Argentina
¿Se parece a la austeridad que demostraba Alfonsín?
Raúl también era deportista, hincha de Independiente, pero entendía que, en ese momento, había que buscar una distancia con lo que fue la utilización de la dictadura del Mundial del ‘78. Por eso quizás “sobreactúa” un poco los gestos.
Independientemente de la utilización política del presidente de turno, ¿creés que un triunfo deportivo de este calibre cambia el humor de la sociedad?
No creo que modifique nada de manera estructural. Eso está muy asociado con la evolución de la economía y, fundamentalmente, con las experiencias vitales de cada una de las personas.
Lo que sucede es que, cuando la Argentina conquista un logro de esta naturaleza, se da una suerte de distensión que ayuda a relajar las tensiones sociales que se vienen acumulando en distintos ámbitos.
Creo que la Selección también lo entendió así. Era una pelea deportiva, pero también para tratar de darle un motivo para festejar a una sociedad que está muy castigada.
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Las internas del Frente de Todos
Estuviste alejado en algún momento de Alberto Fernández. ¿Volviste a hablar con él?
Desde el punto de vista personal, la relación está intacta. Lo que sucede es que la función de gestionar te lleva a privilegiar, a veces, algunas relaciones por sobre otras. Yo no soy parte del Ejecutivo.
Estuve con él después de que vos le realizaras una entrevista en Perfil. Tuvimos la oportunidad de charlar en profundidad.
¿Cómo ves las perspectivas del Frente de Todos y el camino hacia la definición de los candidatos?
Creo que vamos a entrar en un trimestre de tranquilidad. Van a ser meses centrados en la expectativa de cómo evoluciona la macroeconomía.
Está claro que hay condiciones estructurales, tanto de la opinión pública como de preferencias electorales, pero también es cierto que la evolución de las expectativas está muy atada a el índice de inflación.
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Si logramos que la inflación siga bajando, se empieza a ordenar la macroeconomía, y eso hace que los agentes económicos proyecten un año económico más auspicioso. Eso ayuda a que la economía argentina consiga la hazaña de lograr un tercer año consecutivo de crecimiento económico, que haya mayores condiciones para buscar coincidencias y consensos en relación a lo que hay que proponerle a la sociedad.
Si esto no se da, la interna se puede poner más ríspida. La interna del Frente de Todos depende de cómo evolucione la situación económica Si el camino de ordenamiento que inició Sergio Massa se sostiene, las tensiones se van a canalizar de manera mucho más racional.
Si realmente la economía siguiera mejorando y se acomodara un poco la macroeconomía, ¿eso potencia a Massa como candidato o beneficia a Alberto Fernández, que fue quien lo eligió como ministro de Economía?
Habrá que ver. Pero seguramente, si se acomoda la economía, los debates internos van a ser más racionales y tranquilos. En el Frente de Todos, como en el fútbol, los problemas aparecen cuando no hay resultados.
Tengo la impresión de que ninguno de los protagonistas tiene claro qué va a pasar el año que viene. Nadie de los que tiene aspiraciones de ser presidente sabe cómo va a estar la Argentina en el segundo trimestre de 2023.
Pero en el caso de que se acomode la economía, ¿a quién beneficia más, a Alberto Fernández o a Massa?
Beneficia a los dos, pero la decisión de las candidaturas se va a tomar analizando muchas variables, como por ejemplo, cómo evoluciona el humor social, y a quién identifica la sociedad.
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Alberto fue contundente en sus declaraciones, dijo que va a trabajar para que el espacio sea competitivo y haya un compañero del Frente de Todos como presidente después de 2023. Eso habla de un realismo político que lo va a llevar a analizar, no solamente como evoluciona la economía, sino también cómo evoluciona la percepción de la sociedad en relación a esos logros.
Si la sociedad percibe que el Presidente tomó decisiones correctas y es competitivo, el Frente de Todos no va a tener dudas de que el candidato tiene que ser Alberto. Si la sociedad percibe que Sergio Massa es el responsable de esa recuperación, estoy seguro de que primará otro tipo de lógica.
Es muy apresurado analizarlo ahora. Hay que ver cómo evoluciona la economía y cómo impacta eso en la percepción de la gente. En función de eso se definirá una estrategia electoral.
Alerta por el brote de precandidaturas
Claudio Mardones (CM): Luego del fallo de la Corte de este jueves, ¿creés que hay chances para que se puedan retomar las conversaciones entre oficialismo y oposición para que la Cámara de Diputados sesione esta semana?
En principio, se ha pedido a todos los diputados que se queden esta semana en Buenos Aires, porque la intención es que haya sesión el miércoles. Las conversaciones deben estar avanzadas, porque esa comunicación fue de las últimas 48 horas.
FM JL
