Sergio Berensztein, presidente de IPS para América Latina, opinó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) que “estamos en un momento en el cual las ideas son más importantes que los nombres”. Además, resaltó que el debate se centra en cómo solucionar los problemas económicos y no en polarizar con “concepciones del mundo completamente distintas”.
Si se llegara a bajar la inflación, y hubiera éxito en la economía, ¿sería mérito de Sergio Massa o de Alberto Fernández? ¿Quién sería el “diez” en el Frente de Todos?
Lo interesante es que no hay diez en el Frente de Todos. Hay una figura predominante, que es Cristina Kirchner, pero autoexcluída de la competencia electoral. Y teniendo en cuenta el desgaste que ha tenido el gobierno, que ha sido muy significativo, se abre el interrogante de si una baja de la inflación puede mantenerse, y si eso alcanza para modificar las preferencias de los votante.
Es probable que estemos ante una fatiga en la sociedad, un cansancio por tantos años de estancamiento y frustración en materia económica, que haga que el logro de bajar la inflación no alcance para revertir las preferencias que vemos, por ahora, definidas.
La inflación de noviembre fue del 4,9%, la más baja desde marzo
Si estuviésemos ante la presencia de un plan, no orientado a bajar un poco la inflación, sino algo que modificase las expectativas de los actores, como fue el Plan Austral o el Plan de Convertibilidad, podríamos hablar de otra situación.
Esos fueron planes que sí modificaron el panorama electoral, pero eran más ambiciosos y abarcadores. Si el Frente de Todos se animara a una política más audaz, habría posibilidades de que Sergio Massa se convierta en un candidato competitivo.
En una conversación que mantuvimos con Gustavo González, él marcaba que no es lo mismo pasar de 20% de inflación a 50%, que es lo que le pasó a Macri, que bajar de 100% a 50%. El resultado en ambos casos es un 50% de inflación, pero uno muestra una tendencia a que se descontrole todo y en el otro se ve un aumento del control sobre los precios que genera cierta esperanza. ¿Creés que se pueda valorar electoralmente si se logra ese objetivo?
Intuitivamente, te diría que esto le agrega competitividad al oficialismo, pero dudo que alcance para revertir las tendencias y darle chances de retener el poder. Las investigaciones que hablan de modificaciones de los comportamientos electorales, ligados a cifras macroeconómicas, arrojan que éstos tienen que ver, o bien con ingresos disponibles, desempleo y cuestiones que impactan directamente al bolsillo, no tanto con las cifras macro.
Cuando uno mira esas variables, incluso viendo estudios de otros países, se podría afirmar que si crece el ingreso disponible de los salarios de manera relevante, al menos dos trimestres antes de la elección, las chances de los oficialismos suben muy significativamente.
Mi duda es si esa desaceleración de la inflación que pretende Massa logrará realmente impactar en el consumo, en los salarios y en el ánimo de una sociedad agotada, con una estanflación que lleva más de una década.
Hay una dicotomía entre hegemonía o consenso, que son dos planteos para gobernar. Lo que se estaría viendo es que ninguna de las dos coaliciones tiene capacidad de imponerle su orden al otro. La estrategia de la hegemonía se demostró inviable, por lo tanto, se impone la necesidad de establecer una estrategia de consenso. Y si así fuera, habría que evaluar qué candidatos son los más propicios para establecer puentes entre ambos sectores.
El propio Frente de Todos, tras la llegada de Massa al ministerio de Economía, está desplegando una agenda en la que hay puntos de consenso. Porque, antes el Frente para la Victoria, y luego el Frente de Todos, hicieron de la inflación una política de Estado. Ese recurso se agotó, y ahora están tratando de revertir la situación.
La política económica misma te lleva a otra forma de consenso, a una zona que no existía en 2015 y 2017, y que establece un espacio distinto para discutir planes de cómo realizar cosas completas, no concepciones del mundo completamente distintas. Discutís como generar empleo, bajar la inflación y aumentar la productividad.
Inflación: ¿qué esperan los economistas tras conocerse el dato de noviembre?
Estamos en un momento en el cual las ideas son más importantes que los nombres. Es cierto que en la sociedad argentina vemos un cambio de preferencias. Hay un giro hacia la centro derecha. La aparición de un actor nuevo, los llamados libertarios y la figura de Javier Milei, que llegan al 7%, 8% de la población, nunca pasó esto en Argentina.
Hay un espacio distinto para el debate de políticas públicas. Lamentablemente, las elecciones que, en teoría, deberían servir para esto, en ninguna parte del mundo están cumpliendo ese papel. Porque se polariza, hay agresiones y se termina enchastrando lo que debería ser un ámbito de debate de ideas.
Pero a partir del proceso electoral, se abre una perspectiva distinta en la Argentina. Y a eso se agrega otro elemento, los cambios en el sistema internacional. Con la irrupción de la guerra en Ucrania por la invasión de Rusia. En este mundo en reconfiguración, los espacios de ambigüedad son más complejos.
La política exterior va a terminar cumpliendo un papel en los alineamientos de las propias fuerzas políticas. Ha sido muy difícil para el presidente Alberto Fernández no condenar la invasión de Rusia a Ucrania.
Nuria Am (NA): Vos decías que es más importante las ideas que los hombres. Pero viendo los resultados de Sergio Massa, ¿te lo imaginás guardándose para 2027 o aprovechando el envión para ser candidato?
Por ahora, si uno escucha lo que él dice, trata de convencernos a todos de que no tiene intención de ser candidato. El éxito de su política depende, en buena medida, de que no sea candidato. Para que le vaya bien a Sergio Massa, tiene que alejarse de una candidatura.
Sergio Chouza: "Sergio Massa lleva en la mochila la valoración negativa de la gestión"
Sus posibilidades hacia el 2027 se incrementan muy significativamente si logra un resultado muy relevante económico. Su reputación dentro y fuera de la Argentina depende de eso. Massa había tenido un momento de esplendor, pero el aislamiento que sufrió por parte de Lilita, Macri, el radicalismo y Cambiemos le pegó en su momento, y nunca se recuperó de eso.
Una buena gestión de la economía, que sea recordada en el futuro, podría permitirle reconfigurar sus credenciales en otro contexto político, donde se discutan otras cosas. Lo veo con muchas chances a partir de 2024, no tanto de cara a 2023.
FM JL
