Esta semana se anunciará el lanzamiento de Threads, la red social para “mantener conversaciones digitales en tiempo real” desarrollada por Meta, la mega-compañía de Mark Zuckerberg.
El objetivo es competir con Twitter. La ambición, ganar influencia más allá de la masividad que le garantizan los casi 3.000 millones de usuarios de Facebook, es decir, el 40% de los habitantes de la Tierra.
Threads significa “hilos”; otro punto en común con la red de Elon Musk, aunque llega con el diferencial de estar asociada a Instagram, lo que permitirá mantener el nombre de la cuenta y seguir a las mismas personas que ya siguen en laapp de fotos, videos e historias.
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Los primeros vistazos a la interfaz revelan varias similitudes con la plataforma del sudafricano: hay un timeline donde leer las últimas publicaciones de las personas que seguimos, se permite limitar la visualización de mensajes, compartir contenidos de otros (a la manera de los retuits) y verificar el perfil propio.
La noticia llega en un momento delicado para Twitter, que la última semana desconcertó a sus habitués con la limitación del número de mensajes que pueden verse por día.
En su obsesión por impulsar la rentabilidad de la empresa, Musk ya intentó cobrar por las cuentas verificadas, modificar el algoritmo que decide qué publicaciones son más visibles y eliminar las reglas de moderación de contenido que prohibían tuits ofensivos o discriminatorios.
Pero los entusiastas de la novedad deberán estar atentos. Los sitios especializados detectaron que Threads será una de las aplicaciones que más datos recopilan de sus usuarios.
No solo se centrará en los objetivos habituales (geolocalización, historiales de búsqueda y navegación), sino también en la información financiera, el historial de compras y hasta el estado de salud. Como reza el aforismo digital, cuando el servicio es gratuito, el producto es uno mismo.
