Miles de israelíes protestaron frente a la Knesset (Parlamento) contra la votación preliminar de un proyecto de ley que daría a los políticos mayor poder sobre el nombramiento de jueces como parte de la reforma judicial propuesta por el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
El proyecto fue aprobado en una caótica sesión del Comité de Constitución, Ley y Justicia con nueve votos a favor y siete en contra.
Los manifestantes viajaron desde todo el país.
Fue la protesta más grande fuera de la Knesset en años.
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El ex primer ministro israelí Yair Lapid instó a los manifestantes a mantenerse alertas frente al peligro que enfrenta la democracia israelí.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, le pidió el domingo al gobierno de Netanyahu, integrado por partidos ultraderechistas y ultraortodoxos, que suspenda la reforma judicial y abra un amplio debate nacional para lograr un consenso.
Herzog, cuyo cargo es fundamentalmente ceremonial, apuntó en un discurso a la nación que no se trata de una disputa, sino del peligro de un derrumbe constitucional y social.
La propuesta, planteada por el ministro de Justicia, Yariv Levin, y respaldada por Netanyahu, daría al gobierno control total sobre el nombramiento de jueces, incluidos los del Tribunal Supremo, y limitaría en gran medida la capacidad del tribunal de anular legislación que viole la Constitución.
También le permitiría a la Knesset modificar leyes con una mayoría simple de 61 de los 120 diputados.