Microplásticos en la Antártida: Milei y su plan de control de contaminación ambiental
El Presidente visitó las Bases Marambio y Esperanza, donde se reunió con técnicos y científicos para poner en marcha un proyecto de detección de microplásticos en las aguas antárticas.
Javier Milei llegó a Base Marambio en la Antártida |
Oficina del Presidente Javier Milei
En campaña durante su candidatura presidencial, Javier Mileisolía mostrarse con una clara postura anti ambientalista y “negacionista” respecto de una realidad tan grande que es imposible taparla ni con ambas manos: la contaminación ambiental en diversos lugares del planeta. Sin embargo, ya convertido en Presidente electo por amplia voluntad de los argentinos, este fin de semana junto a una pequeña comitiva que incluyó a su hermana Karina, viajó exclusivamente a la Antártida para iniciar un proyecto ambientalista.
El Presidente, referente libertario, visitó el continente blanco y recorrió las Bases Marambio y Esperanza donde mantuvo diversas reuniones con profesionales técnicos y científicos. El objetivo del viaje oficial, fue parte de la agenda para este 2024 que también busca poner en marcha un programa para el control de la contaminación. Asimismo, visitó el Laboratorio Antártico y el Servicio Meteorológico Nacional.
Fueron parte de la muy acotada comitiva de viaje oficial, la canciller, Diana Mondino; los ministros de Defensa, Luis Petri y de Interior, Guillermo Francos, también la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei y el director general de OIEA, Rafael Grossi.
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El mandatario finalizó el sábado por la noche su viaje a la Antártida, dando así el puntapié inicial para avanzar con un proyecto ambiental que tendrá como principal meta detectar, estudiar y dar tratamiento a las partículas micro y nanoplásticas encontradas en las aguas argentinas más australes. Se trata de un ambicioso proyecto que aborda una de las principales problemáticas en la lucha mundial contra la contaminación plástica.
De este modo, el proyecto ambientalista lanzado por iniciativa presidencial, pondrá en marcha el monitoreo de los niveles de contaminación, y estará liderado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), siendo el principal foro intergubernamental global de cooperación científica y técnica en la esfera nuclear.
Respecto del plan de protección ambiental, Milei apuntó: “A través de este programa, Argentina comenzará un nuevo capítulo en su larga y distinguida trayectoria en materia de ciencia antártica. Mediante acuerdos de cooperación internacional buscamos potenciar nuestras capacidades para poder brindar información científica de calidad para la toma de decisiones en el marco del Tratado Antártico”.
El director del OIEA, el argentino Rafael Grossi en recientes declaraciones destacó particularmente la importancia de este programa ambientalista. Puso énfasis en el hecho cierto de la ausencia de previas investigaciones de este tipo en la Antártida. También apuntó que precisamente fue su iniciativa personal, hace algunos años atrás, la propuesta de colaboración con la Argentina para un trabajo conjunto en una histórica misión científica. Además, Grossi destacó que la cooperación es un paso fundamental en el abordaje exitoso de uno de los mayores y actuales desafíos ambientales del planeta.
En este contexto, se reunió con el Presidente y su comitiva para tener las primeras conversaciones y el primer contacto con los datos básicos que serán las premisas de una profunda investigación. El presidente, quien tomó la iniciativa de emprender el viaje al rincón helado del país, confirmó su gran interés en el proyecto involucrándose activamente, no solo con su apoyo sino ofreciendo participar de esta misión científica que será un hito sin precedentes.
La clave: el acuerdo de cooperación
De esta forma, la Antártida fue el escenario único y principal donde el Presidente lanzó oficialmente la Primera Expedición de Investigación Científica de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Así se dio comienzo al histórico acuerdo de cooperación entre Argentina y la OIEA, enfocado en el uso de tecnología nuclear para el control de la contaminación por plásticos en la región antártica.
Quienes forman parte del proyecto, adelantaron que las actividades de cooperación abarcan desde la organización de misiones de expertos, como capacitaciones para la detección, toma y análisis de muestras de partículas microplásticas. También comprende este plan ambientalista brindar apoyo logístico que haga accesible la llegada del personal científico a las zonas inhóspitas de la Antártida.
