Polémica por el viaje del canciller boliviano a Irán
Además, el diplomático desmintió a la DAIA y al PRO, algo que se conoció en nuestro país a partir de mensajes de distintos dirigentes del partido opositor.
Canciller boliviano en Irán |
CEDOC
Según informó el periodista Claudio Mardones en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), el ex senador, Federico Pinedo, apuntó contra Rogelio Mayta, y expresó su disgusto a través de Twitter.
“Deploramos que un país hermano como Bolivia haya realizado un acuerdo de seguridad o defensa con Irán, país en conflicto con la Argentina por terrorismo. La región es zona de paz. Merecería un pedido de explicación de nuestro país”, escribió el abogado en su red social.
En este contexto de completo silencio se sumó la DAIA, y a través de un comunicado de su presidente, Jorge Knoblovits, plantearon que “la DAIA, entidad representativa de la comunidad judía argentina, alerta sobre los riesgos para la seguridad de la Argentina y de la región tras haberse conocido el convenio de defensa firmado por Bolivia con Irán, país vinculado a la agrupación terrorista Hezbollah y responsable del atentado perpetrado contra la sede de la AMIA-DAIA que causó 85 muertos y más de 300 heridos”.
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Quien decidió tomar el guante a partir de esta situación fue Edmundo Novillo, quien visitó Teherán la semana pasada y estuvo con las principales autoridades de la República Islámica. El ministro de Defensa boliviano salió a contestar y sostuvo que para él “es una exageración que responde a un interés político particular de la extrema derecha en Argentina”.
Allí empezó a destacar ciertas cuestiones. Primero que el convenio por el que se generó la polémica está rigiendo desde 2007 y, segundo, se trata de la agenda del ministro, quien buscó avanzar en temas que despertaron cierta virulencia de la oposición en el país, lo cual tiene que ver con una serie de visitas a la Universidad Técnica del Ministerio de Defensa de Irán, donde vieron drones y equipamiento.
Novillo sostiene que esto está concentrado en salvaguardar las fronteras deBolivia, y que estuvieron analizando el uso y el funcionamiento de algunas embarcaciones que podrían funcionar como lanchas para el patrullaje en la zona fronteriza boliviana.
Si bien esto parecía una ofensiva opositora, la diplomacia argentina decidió guardar silencio.
Gran parte de la agenda de Novillo estuvo vinculada a temas de defensa, ciberdefensa y nanotecnología, tanto que el gobierno boliviano se encargó de detallar la agenda punto por punto, apuntando a dos destinatarios en especial, la DAIA y Federico Pinedo.
