El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este miércoles los últimos documentos para anexar cuatro regiones ucranianas a su país en una clara violación de las leyes internacionales mientras su ejército pasaba apuros para mantener el control del nuevo territorio.
Los documentos que completan la anexión se publicaron en un cibersitio del gobierno de Rusia que, a su vez, dejaron abierta la opción de anexar más territorio ucraniano. Putin firmó la semana pasada los tratados para convertir las regiones ucranianas de Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia en parte de Rusia. Esto se hizo tras los referéndums en las cuatro regiones orquestados por Rusia que tanto Ucrania como Occidente consideran ilegítimos.
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Putin también firmó un decreto en el que declara que Rusia tomará el control de la central nucleoeléctrica de Zaporiyia, en Ucrania. La cancillería ucraniana dijo que se trata de un acto criminal y señaló que el decreto de Putin es nulo e inválido. El operador nuclear del Estado señaló que seguiría al frente de la planta, que los rusos ocuparon desde las primeras semanas de la guerra.
Sobre el terreno, Rusia acumulaba más reveses y las fuerzas ucranianas recuperaban cada vez más terreno en las regiones del este y el sur que Moscú dice que ahora le pertenecen.
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Las fronteras exactas de las zonas que reclama Rusia siguen sin estar claras, pero Putin ha prometido defender su territorio, incluyendo las regiones recién incorporadas, con todos los medios a su disposición, incluso con armas nucleares. En las últimas semanas, Rusia ha incrementado el uso de drones suicidas, que suponen un nuevo desafío para las defensas ucranianas.
Las aeronaves no tripuladas pueden estar en el aire por largos períodos antes de lanzarse sobre sus objetivos y detonar su carga explosiva en el último momento.
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