Rusia concluyó este martes los trámites parlamentarios para la incorporación de cuatro territorios parcialmente ocupados en el este y sur de Ucrania.
En respuesta, el gobierno de Volodomir Zelenski consideró nula la anexión y clausuró con un decreto toda posibilidad de un diálogo de paz con su par ruso, Vladimir Putin.
Los tratados de incorporación de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, sometidos a referéndums amañados con las tropas rusas en esos territorios, fueron aprobados por unanimidad en el Senado de Rusia. El lunes habían sido ratificados por la Duma (Cámara baja).
La anexión de Crimea en 2014, también precedida por una consulta popular en la que un 97% de los votantes apoyó esa opción, quedó sellada tras unos trámites legales y parlamentarios exprés.
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Lo mismo ocurrió esta vez. La anexión de los territorios ucranianos obligará a reformar el artículo 65 de la Constitución, que incluye 85 Estados federales que pasan a ser 89. De ese modo, Rusia tendrá más de 150 millones de habitantes en lugar de 147 millones.
En esos territorios, la lengua oficial será el ruso, aunque se permitirá el uso del ucraniano. La moneda nacional será el rublo en lugar de la grivna. El período de transición para la plena incorporación de los territorios en Rusia se extiende hasta enero de 2026.
BL PAR