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Nuevas tecnologías

¿Qué hay detrás de los escaneos masivos de retina?

El desembarco de Worldcoin en el país hace resurgir los interrogantes sobre la empresa del creador de ChatGPT. ¿Beneficio social o vigilancia encubierta?

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En las últimas horas, shoppings y plazas de la Argentina mostraron un paisaje extraño: centenares de personas haciendo fila para pararse frente a una esfera metálica que les escanea el iris con la promesa de entregar 50 dólares en criptomonedas.

Eran las nuevas escalas del tour mundial de Worldcoin, la iniciativa con que Sam Altman -creador de la inteligencia artificial ChatGPT- pretende escanear dos mil millones de ojos para revolucionar las transacciones globales. Por ahora, la cuenta llega a las dos millones de personas en más de 30 países, la mayoría del hemisferio sur.

Al capturar los datos biométricos -únicos en cada persona- y codificarlos en una secuencia numérica, los participantes podrán demostrar tanto que son humanos (y no un bot) como aquello que los hace únicos en relación a sus congéneres. El voto y la verificación de autenticidad en redes sociales son dos aplicaciones posibles para el corto plazo, aunque Altman sugiere que su tecnología se volverá imprescindible cuando la inteligencia artificial haya superado a la nuestra y los desempleados necesiten validar su identidad para recibir una renta universal.

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Worldcoin, la polémica app del creador del ChatGPT, llegó a la Argentina

Estos métodos se están volviendo habituales en contextos migratorios, donde el escaneo de iris es condición para recibir ayuda humanitaria. En India, la administración del primer ministro Narendra Modi ya codificó las huellas digitales y el iris de 1.000 millones de personas, requisito para recibir pensiones, becas o programas de ayuda alimentaria. Para los críticos, se trata en rigor de un sistema de vigilancia masiva de un gobierno totalitario en vías de radicalización.

Con estos antecedentes, una base de datos global en manos de una empresa privada no parece la mejor idea, sobre todo al considerar las revelaciones de una investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts: Worldcoin es responsable de “prácticas de marketing engañoso” que incluyen la sub-contratación de “operadores” externos que cobran por ojo escaneado, y de un proceso de consentimiento informado endeble, donde los usuarios aceptan que las esferas de la empresa le tome imágenes del rostro y el cuerpo, además de registrar signos vitales como el ritmo cardíaco o la respiración. 

Tampoco ayuda a la transparencia del modelo que opere desde una fundación registrada en Islas Caimán, uno de los paraísos fiscales más célebres del planeta.

FM JL