A partir del ensamble realizado por ingenieros que utilizaron inteligencia artificial de unas 900 cartas que Van Gogh escribió durante el siglo XIX, así como sus primeras biografías, se presentó "Bonjour, Vincent" en el Museo D'Orsay de París, una recreación con algoritmos de uno de los principales exponentes del postimpresionismo que puede dialogar con los visitantes a través de preguntas realizadas a través de un micrófono y una pantalla.
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Las respuestas tienen errores ortográficos, pero éstos son deliberados, dado que el francés era la segunda lengua de Vincent, hablaba el neerlandés, el idioma oficial de los Países Bajos: él había nacido en Holanda. Al parecer el algoritmo necesita aún ayuda humana para las preguntas más delicadas, como las relacionadas con su suicidio, en 1890.
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«Ah, mi querido visitante, dice en ocasiones el Vincent tecnológico, el tema de mi suicidio es una carga pesada de soportar. En mis momentos más oscuros, creía que acabar con mi vida era el único escape del dolor que atormentaba mi mente.” En otras ocasiones, la respuesta es: “No vi otra manera de encontrar la paz».
MVB JL
