Desde que la Policía de la Ciudad de Buenos Aires instaló un vallado alrededor del departamento de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el barrio de Recoleta comenzó un debate silencioso dentro del gobierno porteño. “¿Fue acertado meter ese cerrojo de metal en un momento de tanta tensión?”, se preguntan dentro del gabinete que reporta al Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta desde el sábado 27 por la mañana. La pregunta se agigantó por la tarde, cuando un grupo de manifestantes sacó el vallado y la tensión se disparó.
La policía capitalina no lo reinstaló y recrudeció un debate dentro de Juntos por el Cambio que la titular del PRO, Patricia Bullrich, puso al rojo vivo el domingo por la noche. La exministra de Seguridad eligió no participar de la conferencia de prensa que el domingo protagonizó Larreta para meterse en una pelea a la que lo habían subido sus funcionarios y también Cristina Kirchner cuando cuestionó la inesperada instalación de las vallas.
Rodríguez Larreta se subió tarde y cuando caía la noche del sábado organizó una puesta en escena para defender el operativo. "Pato" no fue y el domingo comenzó a ventilar sus discrepancias. “Yo le dije a Larreta, yo voy si hablo. Voy si puedo poner la posición concreta de lo que creo que es importante plantearle ahí a Cristina Kirchner, enfrente. No podemos permitir que avancen. En la ciudad de Buenos Aires, el kirchnerismo es oposición. Esa distinción es muy importante. Ponen en duda tu gobierno”, le contó al canal de noticias TN.
Larreta se subió de nuevo al ring que le ofreció CFK
Las declaraciones desataron una alarma comunicacional en el gobierno porteño. Según confiaron a este programa dentro de la comuna, el alcalde dio la orden de contestarle a Bullrich. Con esa instrucción comenzaron distintos referentes del larretismo a contestarle. En la noche del domingoi, uno de los más destacados dirigentes del PRO porteño, como el diputado Álvaro González, fue uno de los primeros en salirle al cruce. "La postura de Rodriguez Larreta y de D'Alessandro fue la más acertada para mantener el orden en una difícil situación de conflicto social. Pretender usar este para instalar una interna sólo le hace un favor al kirchnerismo q está buscando todo el tiempo desestabilizar, Patricia", escribió el legislador.
"El oficialismo faltó a su palabra en un acuerdo al que se arribó después de horas y horas de negociación entre dirigentes y el Gobierno de la Ciudad. En ningún momento se cedió el control de la calle, no sostengamos mentiras. Argentina necesita unidad y no más conflicto", sentenció.
Fue la primera respuesta de un larretismo que durante todo este lunes repitió que "Bullrich es funcional al kirchnerismo" por criticar a Larreta. Sin embargo la procesión va por dentro. En el gobierno capitalino no son pocos los dirigentes que cuestionan a D'Alessandro y a Miguel por haber pateado un hormiguero.
Las críticas de Bullrich contra Larreta dejaron ese tironeo en segundo plano, pero es posible que el alcalde cuestione directamente a su competidora interna. Sabe que además de Bullrich, el expresidente Mauricio Macri piensa exactamente lo mismo: que flaqueó cuando su base electoral le pedía dureza.
AO PAR
