El conflicto entre la Nación y la Ciudad por la distribución de los fondos de la coparticipación federal dejó al ministro de Economía, Sergio Massa, en el centro de una tormenta política, judicial y financiera.
El titular del Palacio de Hacienda es el principal perjudicado del conflicto. En primer lugar, porque la pelea ya comenzó a tener impacto en los mercados. Desde que el Gobierno puso en duda el cumplimiento del fallo de la Corte, subió el dólar paralelo y los bonos de la deuda detuvieron la recuperación de sus precios. La incertidumbre política nunca es buena para el ánimo de los inversores.
En búsqueda de dólares, Sergio Massa acelera el blanqueo
Además de eso, Massa es uno de los funcionarios denunciados penalmente por el gobierno porteño por incumplir con el pago de los fondos. La ejecución de ese pago, si bien debiera ser ejecutada por el Banco Nación, depende de su órbita.
Por último, la pelea trajo una consecuencia negativa para el consumo. El gobierno porteño, a través de su ministro de Hacienda, Martín Mura, ya anticipó que congelará su plan de eliminar el impuesto a los sellos para los resúmenes de las tarjetas de crédito hasta que la controversia quede resuelta.
JL