La especialista en política latinoamericana, Ximena Simpson, expresó que "Bolsonaro tiene un discurso que incita a mucha violencia". Además se refirió a la postura de los seguidores del actual presidente de Brasil en caso de una derrota. "Es un sector social y político que surgió y que, por más que pierda, no se va a ir", sentenció en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Teniendo en cuenta los asesinatos que se dieron en esta campaña electoral en Brasil y el atentado que vivió Cristina Fernández en nuestro país, ¿podría comparar la violencia política de Brasil con la Argentina?
Esto se empieza a dar a partir del final del gobierno Dilma, principio del gobierno de Temer, con la vuelta de los militares a puestos civiles. Se inaugura una nueva etapa en Brasil donde, con la asunción de Bolsonaro, hay un discurso pro armas, en contra inclusive del plebiscito, sobre el armamento que fue al principio de los ´90.
Hace poco también aprobaron en el Congreso la posibilidad de la propagación de la industria de las armas en programas de TV y en las redes sociales. Todo este discurso de Bolsonaro es un discurso que incita mucha violencia. Empieza desde el 2018 cuando dijo que había que matar a todos los petisos. Todo esto sumado a una elección tan reñida y con mucha significancia, la violencia tendió a crecer considerablemente.
Algo que llama la atención es que se sospechaba que el llamado voto vergüenza, en relación a las encuestas, era de los bolsonaristas. Pero una gran encuestadora descubrió que no, que en realidad ese voto va a venir de quienes van a votar a Lula, y tiene que mucho con el miedo a decir por quién se va a votar.
Brasil: un seguidor de Lula da Silva asesinó a un simpatizante de Bolsonaro
Además se está viendo una calma nunca vista en un período preelectoral y esto puede ser por el miedo a las reacciones de los grupos bolsonaristas. La gran diferencia con Argentina es el componente del bolsonarismo, que es un sector social y político que surgió y que, por más que pierda, no se va a ir. Desde el mismo Poder Ejecutivo se incita a esa violencia social.
¿Si Bolsonaro pierde la elecciones como se procesaría esa actitud violenta por parte de la sociedad brasileña?
Todos nos preguntamos eso. Y hay una miedo de que se abra una segunda vuelta en Brasil y cómo vamos a pasar esos 28 días esperando la segunda vuelta. Podemos entrar, si se involucran las fuerzas armadas para frenar a los defensores de Bolsonaro, en proceso de violencia política muy fuerte.
Y algo importante es ver cómo actúan las policías militares de los Estados, que es el segmento que más apoya a Bolsonaro dentro de las Fuerzas de seguridad. Por todo esto, es importante que Lula gane en primera vuelta para evitar la violencia de Bolsonaro.
Hay distintas posiciones respecto a eso, ¿el riesgo de violencia va ser mayor en primera o en segunda vuelta?
En primera vuelta tenemos al presidente en acción, porque él pasa el mando en enero, de esa manera, tenemos mayor posibilidad de uso de las herramientas del Estado.
Habría tres meses de Bolsonaro presidente, con un Lula presidente electo, lo que parece una eternidad...
Lo es. Porque, además, si se solicita un proceso de impeachment, tiene que cumplir varias etapas y no es inmediato. Varios sectores de alto rango de las Fuerzas no ven con buenos ojos la tentativa bolsonaristas de impugnar elecciones. Y eso es importante porque es el rol del Tribunas Superior de Justicia con las Fuerzas Armadas de contener la población y declarar algún estado de sitio, por ejemplo. Y también el rol del Congreso, por supuesto.
La violencia política en Brasil y en Argentina
¿Cómo se podría comparar el futuro de Macri y el de su coalición en la derrota del 2019, con el futuro de Bolsonaro y su propia coalición en esa circunstancia?
Con Macri hablamos de una coalición política con discusiones y rupturas internas. Mientras que el bolsonarismo esta más cohesionada. Está naciendo un nuevo actor político en Brasil con mucha fuerza, que es alrededor del 25% de la población, que es bolsonarista en términos de cultura y de valores.
Es un gran desafío ver cómo se integra esa base de seguidores bolsonarista en los próximos años.
Soy reacia a pensar que la coalición de Macri se puede comparar con el gobierno de Bolsonaro. Son derechas muy distintas. Uno es una extrema derecha muy radical en Brasil que quiebra los valores de una democracia liberal, a la derecha o a la izquierda. La comparación de Bolsonaro es con Milei y no con Macri.
¿Los partidos de Bolsonaro (que cambió dos veces de partido), institucionalmente, no es más débil que la de Juntos por el Cambio, teniendo en cuenta la pluralidad de este último?
En ese sentido sí, porque el presidente de Brasil no se basa en una fuerza institucional partidaria, va de partido a partido, lo que se lleva son sus seguidores.
Partidariamente la coalición de Juntos por el Cambio tiene más fuerza institucional que el bolsonarismo.
Es peligroso pensar que si pierde Bolsonaro se terminó el problema, estamos lejos de eso.Hay que conocer más el fenómeno y buscar integrarlo a la política para luego poder frenarlo.
AO PAR
