Gustavo Silva vive uno de los momentos más emocionantes de su carrera: como manager del Maestro Pedro Osuna y productor ejecutivo de la banda sonora de Cada minuto cuenta, celebra la flamante nominación al Latin Grammy por la música de la película. Tras un recorrido que lo llevó a trabajar en proyectos de Marvel, Pixar y el cine argentino como Argentina, 1985, asegura que nada hubiera sido posible sin la generosidad de Victoria Alonso, expresidenta de Marvel Studios, quien le "cambió la vida" y lo impulsó a mudarse a Los Ángeles.
Sin embargo, su camino no se detuvo en Hollywood. Hace dos años cofundó el primer centro de innovación tecnológica especializado en seguridad urbana y hoy divide su tiempo entre la música y el desarrollo de soluciones autónomas. "En el fondo", asegura, "componer una banda sonora o diseñar un sistema autónomo parten del mismo lugar: imaginar lo que todavía no existe".
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¿Cómo recibiste la noticia de la nominación al Latin Grammy?
Hoy vivo uno de los momentos más emocionantes de mi carrera: soy el Manager del Maestro Pedro Osuna y productor ejecutivo de la banda sonora de Vieja Loca, el film cuya música fue compuesta por el Maestro Osuna, acaba de ser nominada al Latin Grammy, que se entregará el próximo 13 de noviembre en Las Vegas.
¿Qué te genera personalmente ser parte de este logro junto a él?
Ser parte de este premio me llena de orgullo. Y, sobre todo, de gratitud. A Pedro, por abrirme la puerta de su vida artística, por confiar en mí y permitirme acompañarlo en una carrera que ya es prestigio puro. Trabajar con él es una escuela, un desafío constante y una inspiración infinita.

Acompañaste a Pedro en proyectos enormes, desde Marvel hasta Pixar, pasando por el cine argentino y series. ¿Cómo describís ese recorrido conjunto?
Junto al Maestro Osuna tuve la suerte de verlo brillar orquestando James Bond, Not Time To Die, de participar en la producción de bandas sonoras como Thor: Love and Thunder, Lightyear de Pixar, Argentina, 1985, Blondi, Vieja Loca, 27 Noches, la serie Cada Minuto Cuenta; y hoy producimos dos nuevas series documentales que, estoy seguro, serán grandes éxitos.
Varias de esas producciones tuvieron reconocimiento internacional. ¿Qué significó trabajar ahí?
Argentina, 1985 ganó el Golden Globe y fue nominada a los Premios Oscar. 27 Noches alcanzó el top 3 global de habla no inglesa .Cada Minuto Cuenta fue N.º 1 en Amazon Prime Video México. Es un camino que jamás hubiera imaginado.
¿Quiénes fueron claves para que este camino sucediera?
Si algo aprendí es que los caminos no se recorren solos. Nada de esto sería posible sin la generosidad de Alejo García Pintos, mi hermano de la vida, quien me presentó a una de las mujeres más extraordinarias que conocí: Victoria Alonso, Presidenta de Marvel Studios.
¿Qué impacto tuvo Victoria Alonso en tu carrera?
Ella me abrió las puertas de Hollywood cuando yo apenas sabía que ese mundo podía darme algo. Pedro y yo le debemos más de lo que puede ponerse en palabras.
Y en lo personal, ¿cómo afectó tu vida?
Victoria no solo cambió mi carrera. Cambió mi vida. Cuando murió mi mamá y yo quedé devastado, fueron Alejo y Victoria quienes me levantaron, quienes me alentaron a mudarme a Los Ángeles y a empezar de nuevo. Victoria me ayudó a construir este camino con una generosidad que jamás había visto.

Paralelamente a la música, hoy también tenés un pie en la tecnología. ¿Cómo se dio ese salto?
Hoy, agradecido a Dios, sigo construyendo. Sigo apostando al arte, a la música y a las historias que transforman. Y, al mismo tiempo, hace dos años cofundé junto a Kevin Blum y Federico Patigori el primer centro de innovación y desarrollo tecnológico especializado en soluciones autónomas aplicadas a la seguridad y la vida urbana.
¿Y podés contar un poco más sobre el centro de innovación?
Estoy desarrollando, junto a un equipo extraordinario, soluciones tecnológicas que van a transformar la forma en que entendemos la seguridad y la vida urbana. El 1° de julio de este año presentamos todos nuestros productos y desarrollos en el Museo MALBA, marcando un punto de inflexión para la industria. Es apenas el comienzo: lo que viene es mucho más grande de lo que hoy puedo contar. Pero ese es un capítulo que, sin dudas, merecerá una conversación aparte.
Muchos podrían pensar que la música y la tecnología son mundos opuestos. Por qué decidiste dar ese salto y meterte de lleno en el desarrollo tecnológico? ¿Y por qué no?
La música me enseñó algo que después descubrí que también es cierto en la tecnología: todo se construye a partir de una idea, de una intuición y de un equipo capaz de convertirla en realidad. En el fondo, componer una banda sonora o diseñar un sistema autónomo parten del mismo lugar: imaginar lo que todavía no existe. El arte me dio sensibilidad, la capacidad de leer emociones y de entender cómo se conectan las personas con una experiencia. La tecnología me dio las herramientas para transformar esa intuición en soluciones concretas que pueden mejorar la vida urbana y la seguridad de millones de personas. Para mí, no son mundos separados. Son dos lenguajes distintos para hacer lo mismo: crear, innovar y transformar realidades.
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¿Qué tiene que ver todo esto con tu historia personal?
Mi historia empezó en La Plata, en una familia trabajadora que perdió todo y volvió a levantarse. Crecí viendo a mis padres luchar con dignidad, aprendiendo que el trabajo y el amor son las únicas riquezas que no se pierden.
¿Sentís que tu origen le da otro peso a lo que estás logrando hoy?
Tal vez por eso, cada logro, cada proyecto, hoy tienen un doble valor.
¿En qué lugar te encuentra hoy este momento profesional y personal?
No sé a dónde lleva este camino, pero sí sé algo: estoy exactamente donde tengo que estar.
¿Qué representa esta nominación al Latin Grammy en tu vida?
Este Latin Grammy no es solo una nominación: es la prueba de que los sueños, cuando se sostienen con trabajo, siempre terminan encontrando su lugar.
TC