OPINIóN
Literatura

100 momentos de placer en los textos de Ángel Cabaña

El profesor y licenciado en Historia, Ángel Cabaña, publicó en Perfil su columna número 100. El saludo de sus colegas.

Leer
Lectura en vacaciones | Silviarita / Pixabay

Cien es más que una cifra… Tenía pantalones cortos y rodillas lastimadas, a los 9 años sabía de trepar arboles, el fulbito de la calle frente a frente, del gimnasio San Martin de San Lorenzo, del ajedrez, del basket y los domingos de futbol....pero junto a ello… la biblioteca, lugar de sueño y silencio. .. Allí una bibliotecaria apacible me acercó un libro y me dijo "Es para que me lo cuentes…” (Monteiro Lobato).

No sé decir lo que pasó en mi cuerpo y cabeza, si lo repetí en mi larga vida … me atrapó ... y allí comencé a leer día a día y fueron pasando libros; leía en casa, en el club, en el umbral de la casa... leía y soñaba, inventaba y representaba personajes, piratas, caballeros, magos, sheriff, capitanes y hombres de máscara y un día pasó que, del cuarto grado había llegado al sexto de ayer y la única persona que había tenido como mira era mi bibliotecaria.

Con ella aprendí a leer, soñar, escuchar, y querer… hoy  a mis largas décadas, cuando me entero que "El placer de leer, siempre" llega a los cómo pasó tan rápido. 

Si ayer nomas estuve con Juan Rulfo y su creación realista y sensible, o  Augusto Monterroso que nos dice… "Lo único malo de irse al cielo es que allí el cielo no se ve..."; o Rosa Montero, la española que nos muestra el amor en cuerpo y alma ...o W S. Maugham y sus novelas; o Marcela Serrano, la mujer chilena que carga de afecto y defectos a sus personajes; o el querido muchacho del interior de la provincia, Manuel Puig, que nos da la casi única pintura de la vida de pueblo, sus pequeños y oscuros modos de estar... y otros u otras personas que, en las letras de Ángel Cabaña, nos llegan casi como para sentarnos a su lado y poder conversar, previo paso de tratar de conseguir en amigos, compañeros de trabajo, y quizás, si da el presupuesto, comprar alguna de la obras que aparecen en cada entrega… 

En esta tarde de invierno porteño solo aparece un pensamiento. Cuando es la próxima entrega para sentir “El placer de leer, siempre…”  porque uno no sólo lee, sino que se siente feliz de poder aprender, recordar e imaginar en las palabras del autor que Perfil nos anima en sus páginas…