OPINIóN
Conflicto

Cómo hablar con los chicos sobre los problemas económicos de la familia

Los chicos y adolescentes no son ajenos a los contextos sociales problemáticos, por el contrario, son sensibles y “captan” un clima familiar que puede generarles confusión, dudas y emociones diversas como la ansiedad o la angustia. Hay ciertas pautas que pueden tenerse presentes para acompañarlos y saber cómo hablar con ellos. 

niñez
En 2021, aproximadamente 17.000 niñas, niños y adolescentes de la Ciudad fueran víctimas de situaciones de violencia, maltrato físico y emocional, explotación, y/o trata de personas, según datos oficiales. | CEDOC

Con el alto incremento en muchos precios, producto de una crisis económica que hace años sufre nuestro país, es esperable que haya tensión, malestar y angustia en las familias, que buscarán darle lo mejor a sus hijos, pero en muchos casos deberán ajustar sus gastos y quizás no poder darle el regalo que esperaban para las fiestas o esa tan ansiada escapada vacacional. Los chicos y adolescentes no son ajenos a todo lo que sucede, perciben este clima emocional y por eso es muy importante que podamos acompañar sus sentimientos en estos momentos, para que aun con las dificultades económicas, sientan el acompañamiento y la contención de su familia.

Sabemos que en menor o mayor medida, desde edades cada vez más tempranas, los chicos tienen acceso a los contenidos que comparten y se difunden en los medios de comunicación, por lo que escuchan y ven las noticias sobre las medidas económicas que se están tomando en nuestro país. También, oyen en conversaciones de adultos o en reuniones sociales los comentarios respecto a este tema, por lo que podríamos decir que no son ajenos a esta situación tan difícil que estamos viviendo como sociedad. Por ello, es sumamente importante que las familias tengan pautas y herramientas que las ayuden a transitar esta situación tan compleja y delicada de nuestro país

Problemas económicos de la familia

En muchos casos, algún integrante de la familia (madre / padre / cuidador) ha quedado sin trabajo o está atravesando una situación difícil en su economía y esto puede generar que haya un clima familiar donde predomine cierta tensión, angustia y malestar. Los chicos y adolescentes no son ajenos a dicho contexto, por el contrario, son sensibles y “captan” ese clima familiar que muchas veces puede generarles confusión, dudas y emociones, donde predomine la ansiedad, la preocupación, el miedo o la angustia. Hay ciertas pautas que pueden tenerse presentes la hora de acompañar sus emociones ante dicho contexto. 

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Cómo hablar con los chicos

-No dejarlos afuera de asuntos familiares importantes: Como lo es la pérdida de un trabajo, por ejemplo. Muchas veces pensamos que “ocultándoles” la verdad, podremos evitarles sufrimiento, pero la realidad es que ellos de todos modos notarán cambios en la dinámica familiar y también “captarán” las emociones de sus figuras referentes<. Por eso es importante habilitar un espacio de diálogo con ellos, y contarles la verdad adaptando siempre la información de acuerdo a la etapa evolutiva en la cual se encuentre la persona menor. 

Hablar con claridad. Al momento de abordar este tema con los niños, niñas y adolescentes es importante hacerlo desde un lenguaje claro y contarlo con palabras simples, dándoles la oportunidad de procesarlo y hacer preguntas, en caso de que lo necesiten. 

Transmitir seguridad. Si bien no vamos a tener todas las respuestas a sus preguntas, es importante transmitirles seguridad, manteniéndonos unidos como familia y armando red con familiares, amigos y personas de confianza con quienes la ayuda mutua puede ayudar a transitar esta difícil situación. 

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Esto no significa reprimir u ocultar nuestros propios sentimientos, ya que el mensaje que les transmitiremos es que “no está bien visto” expresar nuestras emociones y por ende, podría dificultar que ellos puedan abrirse a nosotros y compartirnos sus emociones, preocupaciones y pensamientos. Se aconseja entonces compartir nuestro sentir siempre y cuando podamos autorregularlo y no hacer catarsis o desahogarnos con ellos, ya que podría incrementar aún más su angustia y preocupación.  

Dar lugar a sus emociones. Es importante propiciarles a los chicos momentos de juego libre para que puedan canalizar sus emociones a través del juego. Nuestro acompañamiento no solo tiene que ser el de contener y acompañar su sentir sino también en brindarles y propiciarles experiencias que les permitan elaborar y procesar sus sentimientos y emociones.

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También, es aconsejable destinar en algún momento del día un espacio para que cada integrante pueda compartir con el resto sus necesidades, emociones y preocupaciones si las hay. Cuando compartimos con los chicos nuestras emociones y qué hacemos con ellas (por ejemplo, si estamos tristes, llamamos a algún amigo para compartir nuestra angustia) les estamos enseñando a ellos, a través de nuestro ejemplo, a que aprendan a cómo gestionar sus propias emociones.

Y por último, pero primero en importancia, ocuparnos de nuestra propia salud emocional. Buscar espacios y momentos en los cuales los chicos no estén presentes para conversar temas que sean puramente para debatir y compartir entre adultos. Muchas veces pensamos que no nos escuchan porque están entretenidos jugando, pero en realidad lo que sucede es que están atentos a nuestras expresiones, gestos y el contenido de lo que compartimos con los demás. Por ello, es importante preservarlos de temas que no les competen a ellos para no ocasionarles mayor angustia.

Para acompañar las emociones de los chicos y adolescentes, primero tenemos que ocuparnos como adultos de atender y cuidar nuestra salud mental. Por eso es importante armar, más aún en momentos de crisis, una red de apoyo emocional con personas a quienes tengamos confianza para compartir lo que nos sucede y sentimos. En la medida en que atendamos nuestras emociones, se podrá guiar y acompañarlos mejor. 

*Psicóloga infantil, co-autora del libro EmocionadaMENTE y co-fundadora de JUEGOlogía