OPINIóN
Imponente

Edificio del MOP: una inflexión en la arquitectura porteña

El edificio del ex Ministerio de Obras Públicas de la Nación impacta por su monumentalidad, líneas simples y equilibrio de masas. Esta es su historia de gloria y supervivencia.

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El Gobierno evalúa demoler el edificio donde funcionaba el Ministerio de Desarrollo | NA

El edificio del ex Ministerio de Obras Públicas de la Nación, “el MOP”, constituye un eslabón importante en la modernidad porteña, produciendo un giro crucial en el modo de pensar la arquitectura oficial. Sin embargo, con el fluir del tiempo, ha sido llamativamente eclipsado ante expresiones de mayor resonancia.

La parcela en la que actualmente se encuentra el edificio ha sido objeto de numerosos avatares que se remontan a 1886, cuando se declararon de utilidad pública a los terrenos comprendidos entre las calles Belgrano, Moreno, Lima y el oeste de la Plaza General Belgrano, destinados al ensanche de dicha plaza.

Hacia 1909, la denominada Comisión del Centenario (grupo de notables, encargados de preparar la ciudad para los festejos de 1910) aconsejó que el predio se asignara como “casa modelo para ejercicios físicos” y, años más tarde, a “instituto del profesorado secundario y colegio nacional anexo”.

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Recién a principios de 1932, el Director de Obras Públicas de la Nación, arquitecto José Hortal elevó un documento en el que explicaba quetanto el ensanche de la calle Lima como la apertura de la avenida diagonal reducirían considerablemente la superficie utilizable y ello determinaba la inconveniencia de construir un edificio opuesto a los principios pedagógicos, debiéndose compensar con mayor altura las escuetas dimensiones del lote resultante.Asimismo, desde comienzos del ´30 se había iniciado la búsqueda de un sitio que permitiera reconcentrar las dispersas dependencias del Ministerio.

Una silueta acomodada

Las gestiones para la apertura de la actual Avenida 9 de Julio se habían iniciado en 1889, cuando se autorizó al Intendente Francisco Seeber a expropiar los terrenos afectados a la formación de una avenida de treinta metros de ancho que, partiendo de la Plaza Constitución, terminara en el Paseo de Julio (actual avenida Leandro N. Alem), entre las calles Cerrito/Artes y Lima/Buen Orden”. Nueve años más tarde le fue concedida tal autorización.

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En 1905 se declaró “de utilidad pública” y en 1932 se comenzaron las obras. Pensada a la manera de los park-ways americanos, con la liberación completa de las manzanas, se pretendió como pulmón para la ciudad, ante el creciente congestionamiento vehicular.

El edificio, situado sobre la avenida 9 de Julio esquina Moreno, de la Ciudad de Buenos Aires, fue realizado en 1933 por el arquitecto Alberto Belgrano Blanco, a cargo de la División de Proyectos de la Dirección de Obras Públicas de la Nación. Se organiza 29 mil metros cuadrados cubiertos con 27 niveles (2 subsuelos, planta baja y 22 pisos altos). La planta, en forma de “U”, se caracteriza por su flexibilidad espacial, su sobriedad ornamental y su permeabilidad visual.

La resultante morfológica final fue un prisma sabiamente recortado, con una silueta que se acomodó sin conflictos a la volumetría del entorno: sobre la fachada principal, frente a la actual avenida, un riguroso plano de 93 metros de altura; y sobre las tres fachadas restantes, de cara al tejido consolidado, un basamento de 32 metros de altura y, más allá, un retiro escalonado hasta alcanzar el remate.

De líneas simples, con equilibrio de masas y efecto monumental, expresa las bondades de su planta donde cada componente colabora aporta armonía al conjunto.

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La estructura del edificio se ha ejecutado en hormigón armado,en el tiempo récord de 138 días y con uso exclusivo de materiales nacionales. Para soportar la acción del viento se consideraron las ráfagas más fuertes producidas entre 1907 y 1931, consideradasde la estadística meteorológica local.La provisión de agua corriente contaba con reserva contra incendios y fue prevista por un servicio de electrobombas. La calefacción general fue ejecutada por central automática, con 4 calderas ubicadas en el segundo subsuelo.

Una conflictiva inserción

Mientras en 1937 se inauguraba la Avenida 9 de Julio, se advirtió que el nuevo edificio del MOP, con su enorme volumen blanquecino, irrumpía la traza de la flamante arteria.

De este modo,el propio arquitecto Alberto Blanco, consciente de que su edificio se interpondría a corto plazo en el centro de la arteria, propuso la construcción de un edificio gemelo frente al suyo para que, de manera especular sobre el eje de la avenida, acentuase la monumentalidad de la nueva arteria.

Sucedió que en el mismo momento en que se iniciaba la construcción de la avenida (1932), el propio Poder Ejecutivo Nacional propuso al edificio en el centro de su trazado (1933).

Finalmente, la construcción “del MOP” significó un importante eslabón en la dotación de grandes y adecuados espacios de funcionamiento para las dispersas reparticiones oficiales. Constituyó un símbolo de la arquitectura oficial en la década del ´30; una nueva búsqueda de expresión que manifestara con claridad la presencia del Estado a través de sus instituciones.

Como uno de los pioneros de hormigón armado y de mayor altura de su época, produjo un giro en el modo de pensar y producir la arquitectura oficial, reformulando los criterios de su lenguaje: con una imagen fuerte, distante del afrancesado planteo académico y en la que prevaleciera el orden y la eficiencia, la severidad y la solidez.

Sin embargo, sus postulados han sido eclipsados por expresiones más resonantes de la corriente racionalista local.Omisiones que hoypugnan por la reescritura de ciertas páginas de la historia edilicia porteña.