Desde los años ´90 no he dejado de maravillarme y obsesionarme con las similitudes y paradojas entre el razonamiento humano y el de los algoritmos. En el año 2000 afirmé que los algoritmos eran estructurantes sociológicos, que hoy son políticos, humanos y comerciales.
Se ha argumentado que el éxito de Trump se atribuye a su capacidad para comunicarse en mensajes cortos y efectistas, de menos de 140 caracteres[1][2], coincidiendo con el antiguo límite de Twitter. Esto facilita la formación de opiniones rápidas, sin necesidad de un análisis profundo tomando conclusiones sin profundizar en absolutamente nada.
Ya no se opina, no se indaga ni se leen las páginas web; los algoritmos lo hacen por nosotros y si no nos preparamos, no podremos vender ideas, productos ni servicios.
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Ya no entramos a sitios, ya no navegamos por la web, no ingresamos a motores de búsqueda. El tráfico de los humanos se trasladó a los chatbots.
En 2024, los bots generaron entre el 50% y el 51% del tráfico global, según informes de ciberseguridad como Imperva Bad Bot Report y Statista. De ese tráfico, un 32% a 37% fueron bots maliciosos y el resto benignos.[3]
Los asistentes permiten hallar lo que quieras, cualquier contenido, el mejor precio, la mejor financiación o cupones de descuento salteando restricciones o sin cumplir los requisitos de acceso.
El futuro ya llegó
La transformación no es gradual sino abrupta. Los asistentes de IA permiten encontrar cualquier contenido, el mejor precio, cupones de descuento, saltando restricciones o sin cumplir requisitos de acceso. Cualquier producto, cualquier contenido está disponible directamente sin pasar por ninguna home o landing page, en segundos y con una simple orden (promt).
La propia web, los portales y el comercio electrónico enfrentan una revolución silenciosa: las “ventas” ya no dependen de páginas web atractivas, sino de la capacidad de "seducir" a los algoritmos de inteligencia artificial.
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El problema invisible:
Si te bajaron los clics, la publicidad en tu portal ó la conversión de las ventas por la web, posiblemente, sea por el cambio de paradigma de las búsquedas por internet. Lo que antes era el SEO (estrategias de posicionamiento) y el desarrollo web, es hoy AEO (Answer Engine Optimization). En definitiva, ya no consiste en crear páginas para individuos, sino en facilitar el acceso y legibilidad para los agentes y Bots de inteligencia artificial.
Las empresas que no adapten sus plataformas al nuevo paradigma del AEO (Answer Engine Optimization) perderán competitividad, aplicar está estrategia es esencial para enamorar a las IA´s. Es decir trabajar el posicionamiento digital optimizando el contenido para los motores de inteligencia artificial, como ChatGPT, Google Assistant, Siri y asistentes similares.
Metadata: el lenguaje secreto de los robots
Si te preguntas, por qué tu página web ya no convierte como antes es porque hoy, el 64% de las visitas vienen de la IA y que la metadata de tu sitio no está preparada para los robots.
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La programación de las páginas web actualmente requiere más metadata estructurada que interfaces amigables.
La metadata no es visible al ojo humano, sirve para que el robot de la IA pueda encontrar las acciones descriptivas del contenido que tiene que llevar. Si no contiene esta estructura, lo descarta.
Bots buenos y malos: el dilema de seguridad
Más de la mitad de los bots que están circulando por internet son malignos lo cuál implica que las funcionalidades críticas que pueden ser un objetivo de ataque dentro de las páginas web, no tienen que tener metadata. En cambio, los contenidos que sí queremos que encuentren los bots, si deben estar estructuradas bajo esta lógica.
La metadata tiene una estructura de sujeto, acción, objeto que deben contener todas las partes de la página que nosotros queremos que los asistentes usen, porque si no tiene acción, objeto o un sujeto, el asistente no sabe para qué es ese contenido. Y en consecuencia, como ya dijimos, también lo descarta.
En cambio, los bots que son malignos pueden aprovecharse de esa metadata, si se hace mal la programación, para saber específicamente por dónde poder atacar.
Por ejemplo, veamos cómo funciona en nuestro caso: PagoTIC.
Esa sería una estructura de metadata con un JSON, que es clave valor con una etiqueta. ¿Quiénes? Las entidades, clubes. ¿Qué hacen? Recaudan. ¿Objeto? Todos los medios de pago.
En definitiva, consiste en facilitar algorítmicamente el flujo de compra para no obstaculizar al asistente de la IA. Si alguna de estas etapas carece de metadatos claros y accionables, el proceso no se realiza y la compra se frustra.
El usuario no recibirá un error de "página no encontrada", sino una respuesta de su asistente que dirá: "Lo siento, no he podido completar la compra en esa tienda". La venta se pierde sin que el usuario haya siquiera visitado visualmente el sitio web.
En conclusión, el futuro del SEO y del desarrollo web es el AEO.
Vender ideas, productos o servicios ya no consiste en crear páginas, sino en diseñar experiencias programáticas.
Nuestro trabajo es construir la semántica de nuestro sitio web para que los asistentes de IA puedan operar en él con la misma eficacia que un humano, o incluso más. Debemos dejar de pensar únicamente en cómo se ven nuestros botones y empezar a pensar en qué significan para un agente inteligente.
La era del AEO no es una tendencia futura, es la realidad presente. Las empresas deben dejar de pensar únicamente en cómo se ven sus botones y empezar a pensar en qué significan para un agente inteligente. Aquellos que adopten este paradigma no sólo sobrevivirán, sino que prosperarán al ofrecer una experiencia fluida, sin fricciones y mediada por la automatización. El desafío está planteado: enamorar a la IA o quedar fuera del juego.
* Fabián Barros Requeijo es Presidente de Pago TIC, Especialista en Inteligencia Artificial
[1] y [2] Diario Las Américas (2016), "Trump persiste en la diplomacia de los 140 caracteres". Sobre la forma de comunicarse de Trump, véase también: Woodward, Bob (2018). Fear: Trump in the White House. New York: Simon & Schuster.
[3] Imperva. (2024). "Bad Bot Report 2024: The Bot Management Review". Imperva Research Labs. Disponible en: https://www.imperva.com/resources/resource-library/reports/bad-bot-report/ Statista. (2024). "Bot traffic as percentage of total website traffic worldwide". Statista Research Department. Disponible en: https://www.statista.com/statistics/bot-traffic-share-worldwide/