OPINIóN

No hay nada más popular que el liberalismo

Nunca tuvimos gobiernos que crean que la solución es el pueblo y no el Estado. La solución está en el individuo y la sociedad civil persiguiendo sus proyectos y organizando espontáneamente su vida.

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PAGAR | AGENCIA SHUTERSTOCK

El gobierno alemán acaba de anunciar una rebaja fiscal de 30.000 millones de euros para pymes y particulares.

Bajar impuestos es algo en lo que, en teoría, todos estamos de acuerdo y en lo que los partidos políticos coinciden en prometer. Sin embargo, los gobiernos pasan y no hacen más que crear y subir impuestos, sin importar cuan agobiada esté la gente.

Y ¿por qué lo hacen? ¿Por qué están dispuestos a pagar el costo político, e incluso electoral, de oprimir al pueblo con impuestos? ¿Son tontos o especialmente perversos? No.

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El modelo nacional-popular y el modelo neoliberal en Argentina: ¿por qué y cuándo no funcionan?

Lo hacen por la concepción que tienen del poder y de la sociedad.

Bajar impuestos requiere inevitablemente reducir el tamaño del Estado gigantesco que tenemos, pero nuestros dirigentes aman ese Estado porque les permite acrecentar su poder, controlar cada vez más aspectos de la vida de las personas, financiar sus carreras y hacer negocios.

Bajar impuestos exige, ineludiblemente, renunciar a parte del poder y de los recursos. Esta es la parte que menos trascendió de la decisión del gobierno alemán: no solo bajarán impuestos sino que reducirán gastos y burocracia.

El 'campo nacional y popular' se acomoda en América

En nuestro país se ha convencido a gran parte de la sociedad de que el Estado es la solución y no el problema.

Y, claro, la solución hay que solventarla. Con impuestos.

Esta concepción política y cultural existe en nuestro país porque nunca tuvimos gobiernos que crean que la solución es el pueblo y no el Estado.

La solución está en el individuo y la sociedad civil persiguiendo sus proyectos y organizando espontáneamente su vida.

Los peligros de una "grieta" en el liberalismo

Los liberales creemos que la solución está en la creatividad humana, la cooperación libre y los acuerdos voluntarios, y no en un decreto, un plan estatal o una brillante política de un dirigente mesiánico.

Por eso no hay nada más popular que el liberalismo.

 

 

* Guillermo Castello. Presidente del bloque de diputados provinciales de Avanza Libertad.