Como si no bastaran las angustias generalizadas por la crisis económica en alza, la política depara una sucesión de escándalos y operaciones que solo multiplican el desasosiego y la desconfianza. Nada que sorprenda, a pocos días de una elección presidencial muy disputada.
Hay que separar la paja del trigo, porque no todo es lo mismo. Una cosa son los hechos comprobados y otra son las situaciones que se pretenden dar por ciertas para su instalación.
El propósito de la confusión suele ser el habitual: que nadie quede sin manchar y que un caso nuevo tape al anterior. Una suerte de mamuschka de la impudicia que dispara la indignación hasta agotarla.
La serie más reciente del desenfreno expuesto públicamente se inició con “Chocolate” Rigau, el empleado de la Legislatura bonaerense al que se pescó en un cajero automático de La Plata extrayendo efectivo con medio centenar de tarjetas de débito, de cuentas que pertenecían a supuestos contratados.
Otro guiño judicial a "Chocolate" Rigau: la Justicia frenó la apertura de su celular
Con terminales en el oficialismo peronista, la práctica de Rigau involucra a todas las fuerzas, por acción u omisión. Una rápida intervención judicial tapó inicialmente todo. Reabierta la investigación y a más de un mes del hecho, se hace imposible aún lograr la autorización para abrir el celular del recaudador. Nadie se hace cargo en la dirigencia de explicar algo.
Luego sobrevino el conocido escándalo de Martín Insaurralde. Ya se sabe. El yate en el Mediterráneo, los regalos carísimos, la novia modelo que subió todo a sus redes… Insaurralde debió renunciar como jefe de Gabinete de Axel Kicillof y como candidato a concejal de Lomas de Zamora, donde está de licencia como intendente. Además, se abrieron varias causas judiciales que deberán unificarse. Nada sucederá antes del comicio.
Sofía Clerici pidió su sobreseimiento y desvinculó a Insaurralde del escándalo
Aunque impulsó su eyección y condenó su actitud, Sergio Massa expuso sus dudas sobre el momento en el que estalla el viaje de Insaurralde y el rol de Sofía Clerici, su acompañante en la aventura romántica. En Unión por la Patria tienen la certeza, sin pruebas, de que “nos hicieron una cama”. Nunca mejor dicho.
En La Libertad Avanza tuvieron lo suyo también. Dos videos recientes que circularon en las redes intentan vincular a Lilia Lemoine -a cargo de la imagen de Javier Milei y candidata a diputada- y a Mariano Gerván –asesor del armador nacional Carlos Kikuchi- en supuestos pedidos de fondos sin declarar. Ambos negaron que eso hubiera ocurrido.
Carpetas, cámaras ocultas y extorsiones en la recta final de la campaña
Los materiales audiovisuales, convenientemente editados, serían parte de un armado ejecutado para perjudicar a los libertarios, según una investigación detallada que publicó el colega Hugo Alconada Mon en La Nación.
El capítulo más reciente de la diseminación de lodo lo protagoniza Carlos Melconian. De acuerdo a viejas conversaciones en audios donde surge la que sería su voz, el actual referente económico de Patricia Bullrich se refiere (de ser reales esos dichos) a favores sexuales a cambio de nombramientos en el Estado, aprietes a empresarios y asesoramiento para lavar dinero.
Al cierre de este texto, Melconian mantuvo absoluto silencio sobre esas grabaciones, que en teoría forman parte de un expediente judicial, según quien las difundió por las redes. Y promete que hay más.
Bullrich desestimó la veracidad de esas escuchas y adjudicó la voz a un efecto de inteligencia artificial. Massa, astuto, eligió sacar él el tema de los audios en una entrevista por A24, pero para decir que “eso es todo basura”.
Cerca de la candidata presidencial de Juntos por el Cambio reina el desconcierto en relación a qué respuesta dar. Sí hay una coincidencia doble.
Por un lado, que Melconian debería dar algún tipo de explicación pública, sin que eso implique validar unos audios probablemente obtenidos de manera ilegal.
Por otro, la sospecha de que en el origen de estas grabaciones –de ser verdaderas- estuvo el sistema de espionaje impulsado históricamente por Mauricio Macri, como marcan sus antecedentes en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad y en la Presidencia. Su amigo íntimo y ex jefe de la AFI, Gustavo Arribas, podría hacer algún aporte al respecto. Vale todo, capítulo mil.
GV CP
