OPINIóN
Conflicto Israelí con Hamas

El comunicado de Cancillería y Una Marca País imborrable para la Argentina

La falta de coordinación en políticas públicas por parte del jefe de gabinete de la Nación o del Presidente respecto de que hacen sus ministros, secretarios y líneas de gestión no deja de sorprender.

Felipe Solá, titular de Cancillería.
Felipe Solá, titular de Cancillería. | NA

No deja de asombrarnos la falta de coordinación en políticas públicas por parte del jefe de gabinete de la nación o del Presidente respecto de que hacen sus ministros, secretarios y líneas de gestión o bien, no sorprende la incidencia de la línea dura kirchnerista en relaciones exteriores que acaba de ponernos en ridículo con un comunicado sobre el conflicto Israelí con Hamas.

El comunicado de Cancillería expresó el día 11 del corriente mes: "La República Argentina expresa su honda preocupación por el dramático agravamiento de la situación en Israel y Palestina, el uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes ante protestas por posibles desalojos de familias palestinas de sus hogares en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan, así como por la respuesta a través del lanzamiento de misiles y artefactos incendiarios desde la Franja de Gaza".

En ese comunicado, en que todos estamos enfocados en encontrarle alguna razonabilidad solo encontramos una racionalidad que conjeturamos la alinea a un eje de países populistas o con tendencia autoritaria.

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Esa línea de discurso, por tanto, gana de modo imprevisto un posicionamiento cada vez más externo. Cuando creíamos que sólo los sinsentidos eran ocasionales e internos o producto de una pandemia nos encontramos que ahora también podemos reafirmar que son producto de un claro y continuado estado de reflexión sobre nuestro lugar en el mundo y cuáles son los aliados que elegimos, reiteramos, que no tiene razonabilidad pero si un errado camino de racionalidad sobre qué actos demuestran una política para alentar la concordia o los acuerdos internacionales y que no.  

Pero por si fuera poco, a la par de este desaguisado nos encontramos que el Poder Ejecutivo, mediante el Ministerio de Turismo y Deportes, se encontraba realizando una consulta y votación (escueta, reducida, poco publicitada en medios masivos) sobre la construcción de una Marca País para Argentina y las potenciales propuestas de imágenes de marca que mejor nos podrían representar. A la fecha se han seleccionado dos.

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Vaya paradoja entonces, que en momentos en donde se produce un proceso de consulta a la ciudadanía sobre los atributos que pueden definirnos y darnos a conocer realicemos actos de mayor difusión hacia el exterior al posicionar a nuestra nación con resultados ampliamente reprobables y negativos, se mire por dónde se lo mire, negando nuestra tradición diplomática de no intervención sobre asuntos internos y no profundizar sólo el sentido pacifista que hubiera sido el camino correcto, ni más ni menos. 

Todo esto, incluso en momentos en donde el Presidente de la Nación se encuentra en Europa, con una intensa agenda en busca de apoyos de presidentes y del mismísimo Papa, buscando una adhesión extendida para alcanzar acuerdos con organismos multilaterales que nos permitan administrar de mejor modo posible nuestra deuda externa.

Por esto, cabe la pregunta: ¿estamos construyendo o destruyendo una marca país?, ¿Somos enteramente conscientes de cómo impactan nuestros comunicados y nuestros actos internos y externos a la hora de relacionarnos con países del primer mundo a los cuales necesitamos para coordinar mejores políticas y poder vender productos regionales o hacer sostenible la administración de la deuda externa?

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La respuesta por ahora es: parece que no estamos construyendo nada estable, sostenible ni sustentable. Parece más bien que la Marca País que importa dejar instalada en la opinión pública interna e internacional es que somos un país que deja una huella y marca imborrable en la que invariablemente nuestro atributo principal es un patrón de imprevisibilidad.

 

Javier Adrián Cubillas.  Analista de Asuntos Públicos, Fundación Atlas para una Sociedad Libre de Argentina.