Argentina es un país que vive en estado de reformas tributarias permanente, situación que termina condicionando a las inversiones. En los últimos cuatro años hubo dos reformas, casi integrales, y es probable que dentro del proyecto de presupuesto 2021 se proponga otra.
Cada reforma fiscal produce, como un efecto mariposa, consecuencias que afectan a todos los actores tributarios de la economía. Por eso, la tarea de análisis previa debería ser multidisciplinaria. Los economistas tendrían a cargo el análisis macroeconómico; los contadores la implementación de los cambios; los sociólogos de dar su opinión sobre las consecuencias sociales que se producirán con los cambios; los abogados de velar por la legalidad de las medidas y los políticos concentrar todas las opiniones especializadas recibidas e impulsar finalmente el proyecto.
Los postulados tributarios de Adam Smith
- a) “Equidad: Los tributos deben ser justos y equitativos; o sea, los particulares deben contribuir al mantenimiento del Estado en proporción de sus respectivas capacidades económicas”. No es justo que en el impuesto sobre los bienes personales, que alcanza al patrimonio, no se consideren los pasivos. Las deudas integran el patrimonio.
- b) “Certeza o transparencia: El tributo debe ser cierto y no arbitrario. La fecha y la forma de pago, así como también la cantidad a pagar, deben ser claras y precisas”. Los empleados en relación de dependencia pagan el impuesto a las ganancias sin conocer lo que están pagando, ni saben la manera en que se calcula el tributo. A pesar de eso la ley los define como los sujetos del impuesto.
- c) “Regla de la conveniencia: Los tributos se tienen que recaudar en la fecha y en la forma que resulte más conveniente para el contribuyente”. El IVA debería ser pagado recién en el momento en que se cobra la factura. Cambiar el sistema del devengado al del percibido.
- d) “Regla de economía: Se recomienda que los tributos se recauden en forma tal que provoquen el mínimo costo de recaudación, tanto para el fisco como para los contribuyentes”. La idea es que la administración y el cobro de los impuestos se realice soportando el menor costo posible, tanto para el sujeto pasivo (contribuyente) como para el sujeto activo (Estado).
Diez razones de los impuestos, pensadas por William Petty
- “El pueblo siempre piensa que el soberano pide más de lo que necesita. Dejar el dinero en manos del pueblo lo incrementaría más”. El dinero en el bolsillo de los consumidores produce inexorablemente que se consuma más y, en consecuencia, que por ese motivo en respuesta aumente la recaudación tributaria.
- “Por elevados que sean los impuestos, si son proporcionales a todos no produce pérdida de riqueza para ninguno”. Gravar con la misma alícuota de IVA la canasta básica, constituida por 24 alimentos, perjudica a los que menos tienen en comparación con los que más capacidad contributiva poseen. Los impuestos indirectos, que no consideran la proporcionalidad, son regresivos.
- “Lo que molesta más a los contribuyentes es que se les impongan gravámenes más elevados que a sus vecinos. Esta afirmación puede ser errónea, ya que puede deberse a desequilibrios accidentales”. Debería igualarse la carga tributaria del país en relación con la que poseen otros países vecinos. En eso influye el tipo de cambio local, basta con observar lo que sucedió en años anteriores, que por su atraso se produjo el traslado del consumo a los países vecinos.
- “Los contribuyentes se quejan mucho, si piensan que el dinero que se les quita se gasta en diversiones, representaciones y arcos triunfales. La distribución que pueden hacer del dinero los que cobran por esas contrataciones igual ayudaría indirectamente a la economía”. El gasto público debe ser efectivo, por cada peso que se autoriza gastar previamente es necesario poder definir si no hay otro destino que lo necesita más.
- “La ignorancia del número de habitantes, el comercio y la riqueza del pueblo, es a menudo la razón de que dicho pueblo sea molestado innecesariamente con la doble carga de dos o más impuestos”. El impuesto al valor agregado e ingresos brutos gravan la misma materia imponible; bienes personales (nacional) afecta a los mismos bienes del patrimonio que sufren simultáneamente la carga provincial (patentes, inmobiliario, herencia).
- “El pueblo se queja a menudo de que los reyes dedican a sus favoritos el dinero que quitan al pueblo. Pero lo que se da a los favoritos, es probable que luego llegue nuevamente a las manos del pueblo”. Sobre esta afirmación sobran ejemplos de los últimos años en Argentina. Si al problema de realizar obras públicas sin licitaciones transparentes, se le suma que no se cumplen las obras o que se pagan sobreprecios, se estafa a los ciudadanos.
- “La antigüedad y las dudas acerca del derecho de decretar impuestos son las causas de grandes resistencias del pueblo en pagarlos”. El impuesto sobre los débitos y créditos bancarios no tiene sustento legal de tributo autónomo. No es un impuesto que grava al patrimonio, ni el consumo ni la renta, como recomienda la teoría impositiva.
- “Una población reducida constituye una pobreza verdadera”. Las políticas demográficas deberían ayudar también a que la población se distribuya a lo largo de todo el país, así por las actividades económicas que se desarrollan en cada jurisdicción se desparrama equilibradamente la recaudación tributaria.
- “La escasez de dinero es una de las causas por la que no se cobra impuestos”. Limitar el consumo, al final del camino, no ayuda a incrementar la recaudación tributaria.
- “Parece difícil que todos los impuestos debieran ser pagados en efectivo. Muchas veces hay que vender a bajo precio para cumplir con los impuestos”. El exceso de tributos puede derivar en que se termine afectando el patrimonio.