Hoy, estamos acostumbrados a escuchar que hemos transicionado de una economía fundamentalmente basada en materias primas y recursos naturales a una economía casi totalmente basada en el conocimiento. El talento y el capital humano se convirtieron en factores críticos al momento de generar innovación y valor, porque de ellos depende la capacidad de adaptación y la consolidación de una ventaja competitiva de la compañía.
Los avances tecnológicos a los que arribó la humanidad en los últimos tiempos fueron fundamentales para que esto suceda. Las tecnologías informáticas habilitaron infinitas posibilidades tanto para la comunicación y la colaboración en la creación de valor, cómo para el acceso a la innovación. Ya sólo resta descansar en las habilidades cognitivas, afectivas y sociales del ser humano para innovar en conjunto. Para ello se necesita, definitivamente, un fuerte enfoque interdisciplinario; y establecer una comunicación fluida entre cada uno de las disciplinas que unamos con el fin de innovar.
Esa comunicación fluida e interdisciplinaria ya no depende de la tecnología, la tecnología está. Ahora, cada sujeto en este sistema debe llegar, comprender y ser comprendido por el resto de los actores que participan en este sistema de innovación.
El talento y el capital humano se convirtieron en factores críticos al momento de generar innovación y valor
Sólo como un ejemplo, si se quisiera impulsar la innovación en el mundo del agro o la alimentación, tanto los ingenieros agrónomos, cómo los biotecnólogos, los expertos digitales, los granjeros o criadores, y cualquier otro actor que participe del proceso, deberán no sólo entender de su materia, sino que debe establecer un nivel fluido de conversación con las demás disciplinas, y para esto, deben mantener un lenguaje común que trasvase terminologías y conceptos.
¿El desafío? Lograr un lenguaje común para todos ellos. Superar las divisiones naturales o culturales que puedan surgir entre cada disciplina involucrada. Ya no es suficiente conocer cómo utilizar cada nueva herramienta. Hoy es necesario desarrollar habilidades humanas que permitan colaborar y co-crear con equipos globales, interculturales y diversos. Y es aquí donde las tecnologías de la información y comunicación toman un papel fundamental creando los puentes necesarios para que el proceso de innovación haga su parte.
Lograr un lenguaje común para todos ellos. Superar las divisiones naturales o culturales que puedan surgir entre cada disciplina involucrada.
En los últimos tiempos surgieron empresas que estudian la experiencia de usuario, el desarrollo de productos digitales, marketing digital, comunicación y diseño digital, análisis de comportamiento y muchas otras que se basan principalmente en el análisis de grandes conjuntos de datos.
Hoy no solo se requiere profesionales que conozcan de tecnología y sepan programar, sino que, también, sepan entender las reglas del mercado y que conozcan la visión del negocio en el cual participan.
El talento es global
Surgieron, también, compañías de innovación que, basadas en el conocimiento, combinan herramientas analíticas para ayudar a sus clientes a optimizar la relación con sus usuarios.
Si damos por hecho que la tecnología está dada, y que los talentos necesarios existen o están siendo formados en estos momentos; el siguiente desafío es comprender que el talento se mueve.
La conectividad y la infraestructura están evidenciando una escasez de talentos importante y esto hace que las empresas salgan a buscar ese talento a dónde esté; sin importar límites ni fronteras. Estamos viendo cómo se difuminan conceptos cómo ciudades, polos, regiones cuando se trata de reclutar a los mejores talentos.
Sumado a esto, nos encontramos que, hoy en día, el talento se mueve; ya no es local ni regional, se traslada y el las empresas siguen al talento sin importar en dónde esté.
Para los gobiernos, el desafío hoy es generar condiciones para que el talento quiera establecerse en sus ciudades a sabiendas de que muy probablemente no vaya a trabajar directamente para empresas de estas ciudades sino para el mundo
El talento es global. Ya no son los recursos naturales, ni la infraestructura los que posicionan a una ciudad o país como una región pujante e innovadora; sino la capacidad de generar y atraer estos talentos.
Para los gobiernos, el desafío hoy es generar condiciones para que el talento quiera establecerse en sus ciudades a sabiendas de que muy probablemente no vaya a trabajar directamente para empresas de estas ciudades sino para el mundo.
Las empresas deberán adoptar nuevas estrategias de atracción y retención de talentos. Para diferenciarse, buscan profesionales que hayan sido capaces de ir un paso más allá de su profesión y que hayan podido sumar habilidades que les permitan manejar y obtener valor de las nuevas tecnologías.
Para estos profesionales adquirir conocimientos digitales no es un desafío, es una obligación; pero también lo es adquirir y desarrollar habilidades sociales que les permitan colaborar y co-crear con equipos globales, interculturales y diversos.
En definitiva, estamos frente a un panorama donde todos, científicos, gobernantes, educadores, empresarios y la sociedad en general; deberán lograr generar los espacios y lenguajes que habiliten la conversación y la colaboración en un entorno culturalmente diverso y, hoy más que nunca, global.
* Alianzas Estratégicas y Crecimiento en Le Wagon Hispanoamérica.