Siempre que una persona baraja la opción de radicarse en un país que no conoce surgen ideas, prejuicios y mitos que poco tienen que ver con la realidad. Si a eso le sumamos la imposición social que indica como verdad irrefutable que la emigración es sinónimo de sorpresa, riesgo y azar, la brecha entre el imaginario y los hechos es aún más amplia.
En ese sentido, Estados Unidos es un destino que desarma parámetros establecidos y ofrece un terreno fértil para emigrar de forma predecible. La expatriación puede no ser un saltar al vacío, menos aún en un país que premia la planificación y abre las puertas, por ejemplo, a quien quiera invertir en un negocio local.
Qué se tiene en cuenta a la hora de irse a vivir afuera
Todos los destinos están envueltos en una serie de verdades absolutas, que esgrimen aquellos que oscilan entre el optimismo extremo y la paranoia. Estados Unidos, por su parte, es el terreno infinito de las oportunidades –piensan algunos– por eso muchos lo visitan con el sueño de establecer un emprendimiento propio que le brinde sumas fastuosas de dinero.
Sin embargo, contar con el capital para comenzar no es suficiente. La pregunta a responder es en qué y cómo emprender en un país como Estados Unidos. La creencia impuesta invita a soñar con comenzar un proyecto independiente, no obstante, la Cámara de Comercio de Estados Unidos indica que 8 de cada 10 fracasan antes de los 10 años operando. Por el contrario, y continuando con la línea de planificación que planteábamos anteriormente, en un país como Estados Unidos, un socio local –como podría ser un modelo de franquicias– incrementa las posibilidades de éxito. En ese sentido, 9 de cada 10 franquicias siguen operando luego de 10 años.
Para el Gobierno, el acuerdo comercial con EEUU es un objetivo "a largo plazo"
Por otro lado, están aquellos que se autoimponen obstáculos que obran de excusa para no afrontar desafíos que, a la postre, podrían llegar a ser superadores. En ese sentido dirían, planteando una postura extrema: “En Norteamérica hay oportunidades solo para aquellos millonarios que hablan en inglés”.
Tan falso como reduccionista, Estados Unidos ofrece diferentes caminos y visas para poder vivir y tener un negocio en el país. Estas se podrían obtener con inversiones desde USD 200.000 -relativizando el concepto de millonario- y, además, en Miami y Houston, dos ciudades muy importantes, la gran cantidad de latinos que viven allí hacen que el inglés no sea un requisito básico.
Quiénes ganan y pierden en el intercambio internacional
También hay quienes se asustan por el costo económico de vida, y los datos expresan que una familia tipo gasta USD 55.000 al año variando levemente según la ciudad. En New York se ubica cercano a los USD 65.000 pero en Houston decrece a los USD 45.000.
Por último, adentrando en lo influenciable que son las decisiones, están aquellos que accionan según lo que se dice de los líderes políticos. Está claro que Donald Trump como presidente genera polémicas en diferentes temáticas, incluida la migración, sin embargo, las visas de inversor otorgadas siguen creciendo. En el 2018, por ejemplo, se brindaron 3119 visas de inversor, un 20% más que durante el 2017, entendiendo que esto genera una actividad económica para el país, de modo que las puertas continuarán estando abiertas.
Cada país que se vislumbre como un futuro hogar viene aparejado de ideales aspiracionales o estigmas condenatorios, lo cierto es que únicamente aquellos que desarrollaron una vida laboral y social en esos terrenos podrán tener argumentos para contar la realidad.
Dentro de ese marco, Estados Unidos no es ni un terreno que te catapultará al éxito seguro ni un conglomerado de obstáculos para los latinos, es –lisa y llanamente– un país en el cual se podrá establecer un estilo de vida de confort sostenible para los que apuesten por el camino de la planificación y previsibilidad.
