El turno de PROSUR. Los Presidentes de ocho países de América del Sur rubricaron el viernes 22 el acta constitutiva de una nueva organización en la región con el nombre de PROSUR que reemplazará a UNASUR creada en 2008 y formalizada en 2010. La Cámara de Diputados sancionó el Tratado Constitutivo de UNASUR por 176 votos y dos abstenciones convirtiéndolo en Ley 26602 el 23 de junio.
UNASUR estuvo precedida por varios intentos de coordinación de los países de la región. La Cumbre Suramericana llegó en Brasilia en diciembre de 2000; la Comunidad de Naciones Suramericanas nació en la III Reunión celebrada en Cuzco en diciembre de 2004. Luego vino UNASUR con una suntuosa sede a 14 kilómetros de Quito donado por el Gobierno de ese país por iniciativa del entonces Presidente Rafael Correa.
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También están el MERCOSUR y la Alianza del Pacífico cuyo único Estado extra-suramericano es México. Estos bloques firmaron en Puerto Vallarta en junio de 2018 una Declaración Conjunta y un Plan de Acción para avanzar en la integración de ambos bloques reafirmando el compromiso con la democracia. En esa ocasión, México ejercía la Presidencia Pro-Tempore de la Alianza y Uruguay la del MERCOSUR. Ambos representan el 86% del PBI de la región.
El Presidente de Ecuador, Moreno Lenin fue el encargado de ponerle la lápida a UNASUR cuando reclamó la devolución del edificio para transformarlo en universidad. El Presidente de Colombia sostuvo que "Hemos venido avanzando en el final de UNASUR y la creación de PROSUR, que más que una organización burocrática o al servicio de un gobierno particular, será un organismo de coordinación suramericana". El Presidente de Chile replicó diciendo “hace más de cinco años que los Presidentes de América del Sur no nos reunimos. PROSUR será un foro sin ideología ni burocracia para que todos los países democráticos de América del Sur podamos dialogar, coordinarnos, colaborar y hacer escuchar nuestra voz”. El Presidente Macri señaló que en UNASUR prevalecieron la ideología y los prejuicios.
El rechazo de Bolivia y Venezuela a los candidatos para reemplazar a Ernesto Samper en la Secretaría General vacante desde el 31 de enero de 2017 y las diferencias sobre el conflicto de poderes en la República Bolivariana crearon las condiciones para que seis países se retiraran y formaran el Grupo de Lima el 8 de agosto de 2017 con otros ocho. Ecuador y Guyana adoptaron más tarde la misma posición. UNASUR con solo cuatro miembros, Venezuela, Uruguay, Bolivia y Surinam, perdió toda legitimidad.
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PROSUR nace sobre la base de los países que se fueron de UNASUR. Estos países comparten en este momento una misma visión sobre la intervención en la crisis política venezolana al reconocer como Presidente legítimo al Presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó. La homogeneidad de los países firmante del Acta Constitutiva contrasta con las declaraciones de tener un organismo libre de ideologías. Las instituciones nacen a partir de principios generales consensuados para cumplir con una determinada tarea; son expresados por los Estados miembros y no responden a una expresión totalizadora porque deben reconocer la existencia de la diversidad producto de diferencias políticas.
PROSUR vuelve a señalar entre sus objetivos “el propósito de renovar y fortalecer el proceso de integración de las naciones de América del Sur” y el compromiso de la plena vigencia de la democracias y la promoción, protección, respeto y garantía de los derechos humanos. El Tratado Constitutivo de UNASUR establece esos mismos objetivo con palabras similares “ratifican la plena vigencia de las instituciones democráticas y el respeto irrestricto de los derechos humanos”.
La integración, coordinación y espacios comunes han sido vocablos reiterados en el largo historial de las instituciones regionales cuyos logros han sido escasos. La creación de PROSUR hubiera merecido un debate ejemplificador sobre el significado de esa integración tan zarandeada en los papeles y que no alcanza a madurar porque cada Estado sigue priorizando sus intereses. Las dos horas de reunión en Santiago de Chile es un lapso exiguo para exigir definiciones pero estamos otra vez ante un intento apresurado y con futuro incierto.
