OPINIóN
Política en tiempos de pandemia

Coronavirus, Igualdad y después

En nuestro país se van tomando decisiones sensatas, cautelosas y con una escala de valores acorde a la dignidad humana individual y colectiva y a los principios de los derechos humanos.

Alberto Fernández
Alberto Fernández | NA

En momentos dramáticos para muchos países del mundo por la cantidad de muertes y personas infectadas de difícil pronóstico, mientras tiemblan los mercados y el futuro del escenario económico mundial es incierto, cuando varios liderazgos políticos de países avanzados han fallado y hasta en algunos casos agravado lo inevitable, es bueno saber que aunque no podemos prever los resultados, en nuestro país se van tomando decisiones sensatas, cautelosas y con una escala de valores acorde a la dignidad humana individual y colectiva y a los principios de los derechos humanos.

Los derechos humanos son indivisibles y universales. No hay un derecho más importante que otro y todas las personas tenemos derecho a todos los derechos. Los Estados deben garantizar simultáneamente todos los derechos humanos y cuando hay conflicto entre la realización plena de varios de ellos se debe adoptar la solución que mejor permita cumplir con la mayor parte de ellos para todes.

Por eso fue tan importante la decisión de Alberto Fernández desde el primer momento de garantizar la salud ante todo y de atender en la emergencia a los sectores más vulnerables frente al coronavirus y a los más desaventajados que ya venían golpeados de la etapa anterior a lo que se suman las restricciones laborales y económicas que nos impondrá la cuarentena.

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El coronavirus y la oportunidad de hacernos la pregunta justa

Las importantes y razonables medidas sanitarias tomadas tempranamente como el aislamiento social, preventivo y obligatorio han llevado a que nuestro país obtenga el reconocimiento internacional de la OMS como uno de los diez que harán un ensayo clínico universal para intentar controlar la infección por coronavirus mientras además lideramos un ensayo en nuestros hospitales que intenta probar la eficacia de un fármaco antiinflamatorio en pacientes severos con COVID-19 con la supervisión de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, y de instituciones científicas de Canadá, Inglaterra e Italia.

A su vez se viene complementando la prevención con importantes medidas sociales adoptadas por el gobierno. Se reforzó la asistencia alimentaria a comedores escolares y comunitarios para migrar a un esquema de viandas. Se modificó de forma temporal el sistema de distribución de la tarjeta Alimentar para garantizar que el dinero llegue a las familias que necesitan fortalecer su nutrición, acreditándose esos montos por medio de la Asignación Universal por Hije. Se estableció una lista de productos de consumo masivo con precios máximos desde el 21 de marzo retrotrayéndolos a los del 6 de marzo. Se descentralizaron fondos para la compra de alimentos frescos y elementos de limpieza e higiene para el Conourbano. Se establecieron excepciones al aislamiento social en el caso de asistencia de niños, niñas y adolescentes por sus progenitores o tutores y para el cuidado de personas mayores.

Se adelantaron pagos de jubilaciones, pensiones, AUH y otros beneficios. Se otorgaron bonos especiales para jubilades que cobran la mínima y para perceptores de planes sociales y dos meses adicionales de gracia, abril y mayo, para los créditos de Anses. Se estableció un "ingreso familiar de emergencia” como ayuda a trabajadores precarizados o monotributistas de la escala más básica.

El Covid19 y un cambio en el paradigma económico

Se suspendieron desalojos y se congelaron alquileres y créditos hipotecarios por seis meses para descomprimir a inquilines, deudores y pymes, exceptuando a quien alquila algún departamento para su propia subsistencia. Se estableció que no se pueden cortar los servicios de agua, electricidad, gas, internet, cable, telefonía por falta de pago o mora por 180 días, reconociéndolos con un criterio amplio como servicios públicos básicos.

A su vez la mayoría de las medidas económicas son también sociales. Tienen por objeto sostener el empleo y mantener a flote a las pymes. Así se exime del pago de contribuciones patronales a los sectores más afectados por la crisis, como  cines, teatros, restaurantes, transporte de pasajeros y hoteles. Habrá un refuerzo para el seguro de desempleo. Se amplió el Programa de Recuperación Productiva (Repro) pagando una parte del salario de les trabajadores. Se habilitó una línea de créditos blandos para garantizar la producción y el abastecimiento de alimentos e insumos básicos. Se aumentó el presupuesto para obra publica y se relanzó en Plan Procrear para construcción, refacción y se creó la línea de pequeñas refacciones. Se renovó el Programa Ahora 12 con expansión hacia la compra online de productos nacionales, con énfasis en pymes. La idea es impulsar la economia en esta coyuntura con créditos a tasas preferenciales para la producción, especialmente de alimentos, higiene personal y limpieza, insumos médicos, equipamiento tecnológico para garantizar la modalidad de teletrabajo.

El Estado presente pone nuevamente la igualdad en el centro de la escena, tan necesaria en momentos críticos. Nos convoca a la solidaridad a contrapelo de los  tiempos globales que corren donde la lógica del mercado y el consumismo nos empujan al individualismo y arrecian la xenofobia y la discriminación.

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Vamos a salir de esta y les argentines vamos a salir más unides que nunca, pero también los sectores del privilegio van a volver a intentar a hacer de las suyas. El capitalismo está vivito y coleando. Que la igualdad y la perspectiva de derechos humanos no sean sólo un consenso para la crisis. Es tiempo de replantearnos en profundidad las grandes mayorías populares en un diálogo fecundo, dejando de lado divisiones partidarias o sectoriales, los cambios estructurales que debemos introducir cuando pase el temblor.